IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
El partido del presidente francés, Emmanuel Macron, en la primera vuelta de las legislativas, marcada por una alta tasa de abstención, sentó las bases para alcanzar el domingo próximo la que se supone una victoria histórica que le permitiría obtener una holgada mayoría absoluta en el Parlamento, lo que significa un duro revés para la extrema derecha.
Según previsiones, su movimiento político, La República en Marcha (LREM), obtuvo entre el 32% y el 33% de los votos, lo que corresponde entre 390 y 445 escaños de los 577 de la Asamblea Nacional, muy por encima de la mayoría absoluta (289 diputados).
Un resultado que nadie podía haber anticipado hace solo unos meses y que va unido a un retroceso de los dos grandes partidos, socialista y conservador, que se alternaban en el poder en Francia desde hacía 60 años.
El Partido Socialista, que controlaba la mitad de las bancas en la Asamblea Nacional durante la Presidencia de François Hollande, sufre un nuevo revés electoral, reteniendo apenas entre 15 y 40 escaños, de los casi 300 diputados con los que contaba hasta ahora. “Estamos frente a un retroceso sin precedentes de la izquierda”, admitió su secretario general, Jean-Christophe Cambadélis.
El partido de derecha gaullista Los Republicanos, que buscaba la revancha tras el fracaso de su candidato François Fillon en las presidenciales, obtendría entre 80 y 132 escaños.
El jefe de la campaña de la derecha para las legislativas, François Baroin, llamó a los electores a movilizarse en la segunda ronda para evitar que un único partido tenga todos los poderes.
El ultraderechista Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen, que terminó segundo en las presidenciales, obtendría apenas entre uno y 10 diputados, frente a dos en la Asamblea saliente, un resultado decepcionante, según declaraciones del vicepresidente del partido.
El FN, que llegó desunido a las legislativas, esperaba lograr al menos 15 escaños, el mínimo para poder formar un grupo parlamentario. En las presidenciales, la líder ultraderechista superó el 50% de los sufragios en 45 circunscripciones en la segunda vuelta.
Anoche Le Pen criticó la tasa de abstención récord de la primera vuelta. “Esta abstención catastrófica plantea la pregunta del sistema electoral”, insistió y agregó que el ausentismo penalizó a su partido.
Del otro lado del espectro, el movimiento de izquierda radical Francia Insumisa, de Jean-Luc Mélenchon, conseguiría entre 10 y 23 escaños.
¿Camino libre?
Hasta hace muy poco parecía improbable que Macron, un centrista de 39 años con escasa experiencia política y sin maquinaria de partido, obtuviera una mayoría en las legislativas.
Pero si la tendencia se confirma en la segunda vuelta, Macron, que se convirtió el 14 de mayo en el presidente más joven de la historia moderna de Francia, tendría el camino libre para aplicar su programa electoral. No obstante, el portavoz Christophe Castaner advirtió que hasta la segunda ronda nada está decidido e instó a sus partidarios a seguir movilizados. (El Deber)