IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
El bailarín mexicano Pablo von Sternenfels, solista del Stuttgart Ballet de Alemania, se presentó por primera vez en México, en el marco de la función inaugural del Encuentro Nacional de Danza, con el solo de la obra “Mopey”, de Marco Goecke, uno de los coreógrafos más destacados de su generación y con “Ssss…”, de Edward Clug.
Invitado por la compañía Mexico City Ballet, el bailarín radicado en Alemania fue ovacionado por el público que abarrotó el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
La compañía dirigida por Jasmany Hernández, ex bailarín de la Compañía Nacional de Danza presentó un programa con coreografías creadas por Yazmín Barragán, coreógrafa residente; Alan Marín, Édgar Sagarra, Marco Goecke, Edward Clug y Lince Núñez; con bailarines como Mihael Belilov, Sheila Hernández y Denisse Cortés.
En el acto inaugural, el Coordinador del Sistema de Teatros, Ángel Ancona, aseguró que el Encuentro es una fiesta del movimiento y una oportunidad para reafirmar la pasión y la entrega de la danza.
Por su parte, el coordinador nacional de Danza, Cuauhtémoc Nájera, agradeció a las instituciones organizadoras del Encuentro que se realizará hasta el 15 de julio y ofrecerá cerca de 100 presentaciones artísticas y 80 actividades académicas en diversas sedes y deseó que durante esta semana “haya mucha danza, diálogo, encuentros, que busquemos nuevos caminos para la danza, para acercarnos al público y para conseguir mejores forma de trabajar en un futuro”.
La gala abrió con Casta Diva, creada por Yazmín Barragán y Alan Marín, con música en vivo interpretada por el violinista Luis Vital y la pianista Ana Gabriela Fernández.
Entre largas ovaciones Sheila Hernández estrenó la coreografía “Asi Ñab Bi”, de Édgar Sagarra con música compuesta ex profeso por José Víctor Gavilondo Peón; otra de las obras destacadas fue “Amor brujo”, interpretado por el bailarín búlgaro Mihael Belilov, residente de la compañía española Víctor Ullate; también de Barragán se presentó Ondine, con música de Maurice Ravel, interpretada en vivo por la pianista Ana Gabriela Fernández.