IMPULSO/Manuel Bartlett
Artículo
Andrés Manuel López Obrador presentó el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” con los objetivos: 1) Integrar a jóvenes en actividades de capacitación en el trabajo; 2) darles la oportunidad de acceder a estudios universitarios; 3) alejarlos del desempleo y del camino de conductas antisociales; 4) acelerar la preparación de una reserva de jóvenes para las actividades productivas generando mayor crecimiento económico en el futuro próximo; incluir al sector privado en estas actividades de responsabilidad social. Programa para jóvenes de 18 a 29 años que no estudian ni trabajan, en dos modalidades: educativa y de capacitación para el trabajo. La primera, coordinada por la SEP, dirigida a 300 mil jóvenes con bachillerato terminado, becados con 2 mil 400 pesos mensuales para que puedan continuar su educación universitaria. La modalidad de Capacitación, coordinada por la Secretaría del Trabajo, dirigida a 2 millones 300 mil jóvenes, becados con 3 mil 600 pesos mensuales durante un año para recibir capacitación en un centro de trabajo, a partir de planes, propuestos por empresas o tutores que permitan certificar a los jóvenes en competencias valoradas por los empleadores, con una red de tutores, conformada a través de convenios en tres sectores: a) 70% con sector privado, micro a grandes empresa, cooperativas, profesionistas, personas con oficios, artistas, talleres, comercios; b) 20% con sector público, secretarías y dependencias públicas en programas productivos, programas culturales, jornadas médicas, cuidado del medio ambiente; c) 10% con sector social, organizaciones de la sociedad civil.
El Presidente Electo explicó: “se trata de educación para el trabajo… atraer a los jóvenes, que los abracemos, que los busquemos, darles alternativas para que no caigan en las filas de la delincuencia o la frustración, que tengan el camino abierto, que tengan siempre una alternativa… El programa que garantizará a las juventudes el acceso al trabajo y al estudio, será factor de transformación del país… nos va a ayudar a serenarlo, a garantizar la paz y la tranquilidad, que son producto de la justicia”. Precisó: “un 70% de esto depende de atender las causas, lograr el bienestar material, fortaleciendo valores morales, culturales… El 30% restante es que haya coordinación en las corporaciones policiacas, sin corrupción ni impunidad; un buen sistema de inteligencia, sin espionaje”. Añadió: “el gobierno realizará una inversión —no es gasto— de 110 mil millones de pesos que rendirá frutos en esta generación de jóvenes”. López Obrador aclaró que buscará el mejor mecanismo para la entrega directa de los recursos a beneficiarios: “México tiene ahora un momento estelar… estamos buscando unidad y desarrollo para conseguir paz y tranquilidad”: justicia social.
Según el Inegi, 36% de los jóvenes mexicanos (15 a 29 años) considera sus principales problemas las adicciones diversas y falta de oportunidades para seguir estudiando. Casi 50% de nuestros jóvenes sufren pobreza (Coneval) y el mercado laboral no genera empleos suficientes para incorporarlos (informe PROjuventud de Sedesol-Imjuve-ONU). Todo un círculo vicioso para impedirles salir de esas condiciones pobreza y falta de oportunidades. No es programa asistencialista, un simple paliativo, se trata de incentivar la cultura del trabajo, los jóvenes deberán firmar carta compromiso, atender los lineamientos de capacitación determinados por el tutor(a) para la adquisición de competencias, deberá ajustarse a horarios y días del centro de trabajo, dentro de la ley, respetar el reglamento interior de trabajo. Habrá además una evaluación mensual al propio tutor(a) durante la capacitación. Este programa busca, en mediano y largo plazo, que la educación —y la capacitación— vuelvan a ser el motor de movilidad social; en el corto plazo, redistribuir el ingreso para una mayor equidad y justicia social para nuestros jóvenes del presente y futuro.