IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
“Cuando José Emilio Pacheco empezó a publicar su columna el cinco de agosto de 1973, era un joven de 34 años. Cuarenta años después, la noche del 24 de enero de 2014, Pacheco afinaba los detalles del segundo ‘Inventario’, dedicado a Juan Gelman a raíz de su muerte, ocurrida diez días antes. Luego de enviar su texto, se fue a dormir para no despertar. Entre esas fechas, se desarrolló con algunas pausas, pero sin tregua, la obra más importante, influyente y leída de nuestro periodismo cultural”, dice la nota introductoria del primer tomo de Inventario. Antología, una obra en tres tomos que recoge la faceta periodística de Pacheco.
“Éste es un libro muy especial para nosotros y muy distinto a todos los demás libros que hemos hecho. José Emilio Pacheco fue un escritor tan grande que fue muchos escritores”,
Marcelo Uribe,
Editor.
Esa obra que han catalogado como “la Biblia del periodismo cultural mexicano” ya circula en librerías del país a un costo de mil 500 pesos. Se trata de una selección de los “inventarios” de Pacheco, realizada por Héctor Manjarrez, Eduardo Antonio Parra, José Ramón Ruisánchez y Paloma Villegas para este proyecto editorial coeditado por Era, El Colegio Nacional, la Dirección de Literatura de la UNAM y la Universidad Autónoma de Sinaloa.
De 1973 a 2014, durante cuatro décadas, la columna semanal “Inventario” fue referente insoslayable para comprender la cultura en México. La inmensa erudición de José Emilio Pacheco permitía a sus lectores acercarse lo mismo a la literatura mexicana que a la universal, a la historia y a los hechos culturales más significativos.
JEP, como casi siempre firmó, buscaba entender los acontecimientos ligándolos a contextos más amplios, de maneras, muchas veces, inesperadas, pero fue así que “Inventario” se convirtió desde los primeros años en un nuevo género literario, un espacio donde cabía todo y donde todo se conectaba.
DATO
Pacheco afinaba los detalles del segundo ‘Inventario’, dedicado a Juan Gelman a raíz de su muerte, ocurrida diez días antes. Luego de enviar su texto, se fue a dormir para no despertar.