IMPULSO/ Agencia SUN
México
Esta administración cerrará su ciclo con el número de tomas clandestinas más alto en la historia de México, a partir de que se empezó a contabilizar este delito de manera formal (2010). En seis años, las perforaciones ilegales que diversos grupos delincuenciales realizan en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) podrían estar por arriba de las 40 mil tomas clandestinas, cifra que se alcanzaría con los resultados que la petrolera dé a conocer entre agosto y noviembre.
Con este número de incidencias sobre la red de ductos, cuya longitud es de 17 mil kilómetros destinados para la transportación de petrolíferos y petroquímicos, el crimen organizado en todas sus modalidades habría realizado en promedio 18.2 tomas clandestinas por día entre el 1 de enero de 2013 y el 30 noviembre de 2018.
“Es una locura, el problema es gigantesco. Hay que considerar que lo que se roban es una fortuna, que no va a los niños que están estudiando, sino va a dar a los mismos cárteles, con lo cual aumentan la maldad”, reconoció el director de la empresa petrolera, Carlos Treviño Medina.
“Deja esas 40 mil tomas clandestinas que tenemos, lo que hacen esos delincuentes con ese dinero es peor, porque lo usan para armarse, para pagar informantes, para seguir violentando la ley y causándole un daño patrimonial a Pemex y al país”, añadió.
El alto número de perforaciones supone además, que los cárteles del narcotráfico, grupos especializados en el robo de combustibles y bandas criminales, entre otros, habrían perforado en promedio 2.3 veces cada kilómetro de la red de ductos, concentrándose en entidades federativas y municipios perfectamente localizables: Puebla, Guanajuato, Hidalgo, Tamaulipas, Veracruz y Tamaulipas, entre los más importantes.
El directivo comentó, en entrevista con EL UNIVERSAL, que el costo de lo robado supera los 30 mil millones de pesos anuales.
En mayo de 2017, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, calculó que el daño económico de la ordeña era de entre 15 mil y 20 mil millones de pesos. Sin embargo, en marzo de este año, el director de Pemex dijo que la cifra era de 30 mil millones.
“Una cosa es el valor del producto que le roban a Pemex y que es de 20 mil millones de pesos anuales y otra los costos en reparación, persecución y en los casos en donde las tomas clandestinas se descontrolan y que requieren reparación de daños ambientales y sociales, sobre todo cuando hay explosiones”, explicó en una entrevista con este medio.
Carlos Treviño dijo que ha platicado con el equipo del nuevo gobierno, el cual le ha manifestado su preocupación por el problema.
Este delito, tomando como referencia el número de ataques a los ductos de la petrolera en los últimos seis años, resulta 42 veces más elevado que en el periodo 2001-2006 y 7.7 superior que en el ciclo 2007-2012.
Debilidad legal
De acuerdo con la empresa EnergeA, Proyectos de Energía, el aumento del delito está asociado a varios factores, entre ellos, debilidades legales: “El robo de hidrocarburos es un delito grave que se ha incrementado exponencialmente desde 2008, y si bien entró en vigor la ley federal para prevenir y sancionar los delitos cometidos en materia de hidrocarburos el 11 de enero de 2016, su efecto disuasorio contra el robo de hidrocarburos en México es todavía incierto”.
Además, el concepto de actividad estratégica dentro de la legislación actual sólo contempla las áreas Exploración y Producción, en términos del artículo 28 constitucional, las cuales son objeto de un régimen especial aplicable a su resguardo, el cual habilita al Ejecutivo para disponer de las distintas corporaciones policiales, pero el resto de la infraestructura de la industria petrolera no está comprendida dentro del concepto instalaciones estratégicas, entre ellas, comercialización, transporte, almacenamiento de petróleo y expendio al público de petrolíferos, así como transporte por ducto, lo cual provoca que las actividades que están fuera de este rango enfrenten los mismos riesgos y amenazas que las aquejaban antes de la reforma, pero desde una posición de mayor incertidumbre.
Crecen actividades delictivas
La Subdirección de Salvaguarda Estratégica de Pemex revela que el incremento en el número de perforaciones se presenta como resultado “de que México ha experimentado un incremento en las actividades delictivas”.
En el más reciente informe a la Bolsa Mexicana de Valores, la petrolera detalló que el país “ha experimentado un aumento en el delito, principalmente por las actividades de diversos grupos de la delincuencia organizada, incluyendo narcotráfico, lo cual ha detonado el desarrollo del mercado ilícito de combustibles y ha dado lugar al mayor robo y comercio ilegal de los combustibles que produce Pemex, a pesar de que el gobierno federal ha implementado medidas y reforzado las fuerzas militares y policíacas y, junto con la empresa”.
EnergeA, Proyectos de Energía, recomienda considerar reformar la definición de instalaciones estratégicas previstas en los artículo 146 de la Ley General del SNSP y el 22 de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos para incorporar al resto de la actividad petrolera a las obligaciones mínimas en materia de resguardo de instalaciones estratégicas, como en exploración y producción; desarrollar un diagnóstico de riesgo propio, programas de prevención y mitigación ante los riesgos de la extracción ilícita de hidrocarburos, el uso de tecnología y procesos que permitan prevenir, detectar y en su caso minimizar los daños que sufran, y crear un órgano copresidido por las secretarías de Gobernación y Energía.
Impacto desconocido
Plantea que los cambios son necesarios dado que hasta ahora, “las dimensiones cuantitativas del robo de hidrocarburos en México son desconocidas”, porque no hay un método exacto para saber cuánto combustible es robado; hay limitaciones institucionales, como la falta de capacidad para reaccionar al delito, y en aquellos casos en los que se ha llevado a cabo una averiguación previa, las autoridades federales y locales muestran cierta resistencia a proporcionar mayores detalles sobre las indagatorias por razones a veces mal entendidas de confidencialidad y secrecía.
El director de Pemex reveló que la empresa está trabajando en el ámbito de su competencia: “Hemos incrementado nuestra capacidad para reparar las tomas clandestinas, es decir, las detectamos y las reparamos mucho más rápido que antes”.
Partimos de la base de que en 2016 y durante el año pasado, la capacidad que tuvieron los malos para hacer más tomas fue mayor a la de nosotros para cerrarlas, añadió.
Adelantó que la petrolera está desarrollando una aplicación que va a tener los teléfonos de todos los equipos, entonces recibo una denuncia y me sale un reporte para que vaya a verla, llega el equipo de seguridad, toma una foto y manda una orden de trabajo para repararla; el otro departamento va la repara y saca una foto de la toma reparada.
Con esta aplicación que es el workflow, que está totalmente digitalizado, Pemex tiene altas expectativas de que el problema se reduzca, dijo Treviño Medina.