IMPULSO/Agencia SUN
Madrid
El periodista Carlos Loret de Mola recibió el Premio Rey de España de Periodismo, que concede la agencia de noticias EFE. Loret de Mola, columnista de El Universal, fue galardonado en la categoría de televisión por un reportaje sobre los refugiados de las guerras de Siria e Irak.
El trabajo coordinado por Loret se titula Éxodo y fue emitido el pasado 25 de agosto en el programa Despierta, de Televisa. El jurado lo definió como la fusión de “un guión excelente e imágenes magníficas” en el que “el autor se implica en el drama de la guerra y el peregrinaje a Europa”.
Loret, que recibió el premio de manos del rey Felipe VI, destacó que su trabajo implica una reflexión sobre la globalización, al reflejar desde la óptica de América un conflicto que nace en África con las primaveras árabes, salta a Asia mediante las guerras de Irak y Siria, y termina desbordando a Europa con la oleada de refugiados que el continente vivió hace dos años. “En tiempos en los que está devaluada la globalización, interpreto el reportaje como un mensaje de que lo mejor de la globalización es la solidaridad”, dijo.
El rey Felipe VI declaró que el recorrido de estos premios, nacidos en 1983 y que este año celebraban su 34 edición, refleja cómo “el periodismo ha evolucionado siguiendo a sus sociedades”, adaptándose a “los nuevos soportes, las nuevas temáticas y a contenidos que suscitan el interés”.
Mirando en dirección a Loret, el monarca recordó “cómo la globalización va pasando de lo virtual a lo tangible”, y es responsabilidad del periodismo retratar esos cambios.
En un reconocimiento a la pluralidad de enfoques y perspectivas nacionales que requiere esta globalización, el presidente de la agencia EFE, José Antonio Vera, destacó la diversidad geográfica y lingüística de los galardonados. Entre ellos figuran periodistas procedentes de Cuba, México, Brasil, España, Colombia, Uruguay y Bolivia, con trabajos en español, catalán y portugués.
Los otros premiados fueron el cubano Yander Zamora, por sus fotografías del Air Force One estadounidense aterrizando en La Habana; el brasileño Vinicius Jorge Carneiro Sassine, por un reportaje que denuncia cómo las fuerzas armadas brasileñas se negaron a colaborar en el transporte de órganos para trasplantes; Genciano Pedriel Jare, por un reportaje interactivo sobre los programas de natalidad segura en Bolivia; el diario español El País, por un especial sobre las transformaciones en la nación en los últimos 40 años; la colombiana Patricia Gómez y su equipo por el trabajo Plomo: veneno invisible.
El catalán Jordi Basté se llevó la categoría de radio por su cobertura de los atentados a la sala Bataclan de París; la autora hispano-uruguaya Carmen Posadas ganó el Premio Iberoamericano de Periodismo por el artículo Soñar en español, y el autor de best sellers español Arturo Pérez-Reverte logró por una de sus columnas el Premio Don Quijote de Periodismo, que valora la calidad lingüística.
El presidente de EFE defendió que, pese a todos los cambios tecnológicos y sociales, la labor del informador sigue siendo “transcribir lo más aproximado a la realidad”, pero para ello no dudó en defender “la subjetividad honrada, buscando siempre la verdad”, y Alfonso Dastis, ministro de Asuntos Exteriores español, destacó la importancia del oficio.