IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Obviamente su posición favorita es que le da el orgasmo más intenso, pero a un nivel subconsciente, también es un reflejo de su personalidad (sexual).
Misionero. La posición del misionero es la más básica; es la que nos enseñan las películas, y es la más instintiva. Y aunque sea un clásico, un hombre misionero podría ser algo inseguro… al menos al principio. También podría ser que le guste el control durante el sexo, algo que el misionero hace bien. También ofrece intimidad, así que, en general, a este chico le gusta el romance, pero no mucha la variedad, principalmente porque es algo inseguro (y tal vez no tenga mucha experiencia).
La de “perrito”. Nunca he conocido a un hombre que no le guste el “doggy style”. Después de todo es como un hombre debería tener relaciones sexuales (o eso dicen). Un hombre que gusta de esta posición tiene un instinto animalístico por proteger y marcar su territorio. Al mismo tiempo le tiene un poco de miedo al compromiso y a la intimidad. Generalmente no es muy romántico, pero le encanta el sexo, y lo que puede ofrecer visualmente.
Vaquerita. La belleza de esta posición es que hay un millón de formas para llevarla a cabo. Los hombres la adoran porque visualmente es muy atractiva, pero también porque les gusta someterse. Un hombre que prefiere esta posición no es tan romántico como él dice, pero se enamora ¡al máximo! Es una persona muy visual y se preocupa, tanto de su orgasmo, como del tuyo… si no es que más por el tuyo.
Cucharita. Dado que la posición de la cucharita ha sido asociada con horas de sueño y el acto de acurrucarse, no es sorpresa que esta posición sea la más íntima en el repertorio de un hombre. De hecho, un chico que prefiera esta posición es increíblemente sensible y romántico. Siguen siendo apasionados y buscan satisfacer a su pareja, pero al final del día, lo más importante es la conexión emocional.
De pie. Con la espalda en la puerta principal, sentada en la mesa de la cocina, o en la regadera, realmente puedes tener relaciones de piel casi en cualquier lugar. Si a tu galán le encanta hacerlo así, es porque es un chico muy aventurero y le encanta lo kinky y la variedad en el sexo. Este chavo es travieso y si hay algo que le gusta un poco más que el sexo… ¡es el sexo oral! Es divertido, aunque poco comprometido e impulsivo.