IMPULSO/Agencia SUN
Estados Unidos
Corea del Norte liberó a tres estadounidenses que estaban recluidos en Pyongyang, acusados de varios delitos por “actos hostiles” y “espionaje” en el país asiático, en lo que se consideró un enorme “gesto de buena voluntad” en el proceso de diálogo con Estados Unidos y la eliminación de uno de los obstáculos que podría entorpecer las pláticas sobre la desnuclearización de la península coreana.
Hacía tiempo que EU buscaban la liberación de los que se cree son los únicos ciudadanos estadounidenses que quedaban en cárceles norcoreanas. Según varios funcionarios de la administración, su excarcelación era condición necesaria para seguir con las pláticas de distensión entre países, especialmente en cuestiones de confianza mutua. Sin embargo, el presidente de EU, Donald Trump, nunca puso ese factor como determinante para el diálogo.
“Francamente nadie pensaba que iba a suceder, y agradezco a Kim Jong-un que lo haya hecho y les permitiera irse”, dijo el mandatario en una reunión con su gabinete.
Los excarcelados, ciudadanos estadounidenses de origen coreano, eran considerados “secuestrados” por la administración y eran tratados como “prisioneros de guerra”, realizando trabajos forzados en Corea del Norte. Su amnistía es un éxito diplomático sin discusión para el presidente Donald Trump, quien hizo el anuncio a través de Twitter. “Estoy complacido de informarles que… Pompeo está regresando desde Corea del Norte con los tres maravillosos caballeros que todo el mundo desea ver”, escribió. La familia de Tony Kim, uno de los liberados, agradeció al mandatario a través de un comunicado.
Llegaron a territorio de la Unión Americana esta madrugada, a una base militar cerca de Washington, donde fueron recibidos por Trump y el vicepresidente del país, Mike Pence. Todos parecían estar “en buen estado de salud”, según la administración estadounidense.
En el mismo vuelo viajaba el secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, quien viajó a Pyongyang para reunirse con el norcoreano Kim Jong-un y así seguir perfilando los detalles del esperado e histórico encuentro entre los líderes de ambos países. “Durante décadas hemos sido adversarios. Ahora tenemos esperanzas de que podamos trabajar juntos y resolver este conflicto”, dijo Pompeo a la delegación que lo recibió en Pyongyang.
Todavía no se sabe nada sobre el día y lugar de la reunión. Lo único que quedó descartado, según anunció Trump, es que vaya a celebrarse en la zona desmilitarizada (DMZ) entre Corea del Norte y Corea del Sur, una propuesta que el magnate había impulsado por su valor simbólico.
Descartada la frontera coreana como lugar de encuentro, todo apunta a que los dos líderes se verán en Singapur a principios de junio. Los detalles se darán a conocer “en tres días”, según dijo el presidente de EU