IMPULSO/Edición Web
Texas
La legisladora texana Jessica Farrar presentó una propuesta legislativa llamada ‘El derecho de los hombres a saber’ que busca ridiculizar las restricciones contra el aborto en el estado de Texas, uno de los más estrictos del país. Según esa ley los hombres serían multados con 100 dólares por masturbarse ya que estarían eyaculando sin el propósito de concebir: “será considerado un acto contra el nonato que no preserva la santidad de la vida”.
La propuesta de ley que es una forma de protesta, una sátira a las leyes restrictivas del estado de Texas contra la salud reproductiva de la mujer y la legisladora no pretende que sea aprobada ni que se convierta en ley. Es solo una equiparación de la injerencia del estado en la sexualidad y salud reproductiva de las mujeres.
El propio nombre de la ley, ‘El derecho de los hombres a saber’, viene de una ley llamada igual, ‘El derecho de las mujeres a saber’, por la que se debe practicar un sonograma a las mujeres que soliciten un aborto. De esta manera las mujeres se ven obligadas a escuchar el latido del corazón del feto.
El aborto requerido, además, no es practicado hasta 24 horas después y solo tras recibir una información por el personal sanitario aunque no sea requerida por las mujeres en la que se explican las ayudas a madres sin recursos, los riesgos de no llevar un embarazo a término y otros apartados como “el dolor del feto”, donde se explica que el feto puede sentir dolor.
Farrar iguala algunas intervenciones o asistencias a los hombres con la legislación para las mujeres. Por ejemplo, los hombres deberían esperar 24 horas entre las pruebas para practicarles una vasectomía y la operación. Además tienen que someterse a un examen rectal innecesario cuando soliciten dicha vasectomía, una colonoscopia o incluso si quieren tomar Viagra. Esto pretende resaltar los procesos innecesarios (un sonograma), a los que se somete a la mujer cuando pretende abortar.
Esta misma idea ya había circulado por internet en un tuit muy popular en el que se ridiculiza a Donald Trump, su equipo de hombres y sus ideas sobre la sexualidad y la reproducción. El escándalo por la posible retirada de fondos a Planned Parenthood, la clínica para mujeres financiada por Medicaid, llevó a oleadas de donaciones, algunas modestas y otras no tanto, como la de Sheryl Sandberg, consejera delegada de Facebook, que donó un millón de dólares a la organización.
'It is now illegal to ejaculate, unless it's for reproduction' pic.twitter.com/cqhuPFw0PM
— molly-mae (@xnicorn) January 26, 2017
Mike Pence, vicepresidente del gobierno de Trump, es un conocido antiabortista. En el estado de Indiana, de donde fue gobernador, firmó varias leyes para restringir el aborto, llegando a extremos como prohibir el aborto en caso de malformaciones del feto o incluso presentó una ley por la que los hospitales debían negar abortos a todas las mujeres salvo las que hubieran sufrido una “violación por la fuerza”. Restringir el aborto es una prioridad para Pence y, por tanto, para el gobierno de Trump. La semana pasada el presidente propuso a Planned Parenthood que dejara de practicar abortos para no recortarles la financiación, algo a lo que se opuso la organización.
Como explicó la demócrata Jessica Farrar sobre su ley “aunque la ley HB 4260 es satírica no hay nada gracioso sobre las restricciones de salud para las mujeres y la legislación real que se propone en cada sesión legislativa”, declaró en un comunicado.
Mientras la noticia de la ley presentada por Farrar se toma por sus simpatizantes como un guiño irónico en un ambiente hostil hacia las mujeres, algunos votantes republicanos se toman en serio la medida en las redes sociales.
Rep.Farrar(D) to impose a fine for “masturbatory emissions” taking place outside a woman’s vagina or hospital
Dems vote for these idiots‼️
— FFT ?% Trust Trump (@FemalesForTrump) March 13, 2017
Con información de Univisión