IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
El presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, Leonel Luna, adelanta que para la creación de las leyes secundarias que regirán el marco jurídico de la Ciudad de México se trabajará de forma coordinada con el Ejecutivo local.
Garantiza que en las leyes relacionadas con los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, así como la electoral y de alcaldías habrá más expectativas que prohibiciones, aunque se rehúsa a comentar sobre temas controvertidos como ambulantaje o corridas de toros.
Lo que sí deja entrever es la posibilidad de que en la nueva Ley Electoral —que deberá estar lista en mayo próximo— se pueda analizar y concretar un recorte a los partidos políticos para fomentar la austeridad.
Entrevistado en la sala de juntas en el edificio de Zócalo, horas antes de recibir de manera formal la Constitución local, Luna traza la ruta con los coordinadores parlamentarios sobre el procedimiento que habrá de seguirse para elaborar las leyes secundarias.
Admite que la armonización de cerca de 143 leyes y la modificación a ocho códigos no es un tema menor y que será deber de esta última Legislatura asumir con responsabilidad la creación de estas normas jurídicas.
Incluso advierte que a la par, los asambleístas tendrán la tarea de diseñar nuevos ordenamientos del Sistema Local Anticorrupción, así como la aprobación del Programa General de Desarrollo Urbano de la Ciudad que va acompañado de las reformas que se generen en la legislación secundaria.
Diciembre de este año es la fecha límite de la Asamblea Legislativa para expedir las leyes de organización y funcionamiento de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, así como las normas para implementar las disposiciones constitucionales para la organización política y administrativa de la capital del país.
¿No existe riesgo de una regresividad en las leyes?
— No, corresponderá a un diseño democrático, en la legislación secundaria los derechos son irreversibles. La Constitución consagra principios y la legislación va a las especificidades y a particularidades, es más extensa y rica en contenido. Pesará el bienestar de los habitantes de la capital, se trazará una ruta que permita continuar con una Ciudad de libertades, donde haya espacio para minorías.
¿Hay tiempo para hacer tantas modificaciones y nuevas leyes?
— Hay tiempo y estamos considerando para el cierre del presente ejercicio haber podido culminar la tarea.
¿Cómo será el procedimiento a seguir para las leyes secundarias?
— Hay que convocar a los distintos sectores, no puede ser una decisión unilateral sino el conjunto de opiniones y propuestas. Nos hemos fijado plazos, responsabilidades y tareas. Una vez que cada grupo conformado elabore la base fundamental de las leyes, las enviarán a las comisiones correspondientes que las dictaminarán y presentarán ante el pleno para su aprobación.
La ley que urge es la electoral.
—Así es, porque en 2018 se realizarán elecciones para las nuevas alcaldías. Pero también estamos hablando de la armonización de todos los ordenamientos, el simple hecho de cambiar del Distrito Federal a la Ciudad de México implica armonizar todas las leyes. Tenemos que elaborar la Ley Orgánica de las Alcaldías, porque será el sustento de los gobiernos de las demarcaciones e implica responsabilidad en el diseño orgánico, estructural y operativo. Además la Ley Orgánica de la Administración Pública de la CDMX, la ley orgánica del órgano judicial y la electoral.
¿Las trabajarán en paralelo?
— Sí, además se trabajará con el Tribunal Superior de Justicia, con instituciones académicas como UNAM, IPN, UAM, UACM, el CIDE, Tec de Monterrey, Ibero, por mencionar algunas. Por ejemplo, para la ley electoral dependeremos de instancias como el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Electoral local porque implica modificaciones importantes debido a que el diseño institucional cambió y los cargos de elección popular también.
Un hecho histórico ¿obliga a hacer una revisión?
— Es una cimentación de la vida de los próximos años. El texto de la Constitución representa la realidad de la Ciudad en un contexto nacional, una propuesta de avanzada progresista.
Entonces hay que trabajar duro
— No podemos desaprovechar esta oportunidad histórica. Estamos en una cobertura envidiable con una nueva Constitución, ante una coyuntura internacional que no habíamos visto y una situación económica que llama a fijar retos importantes.