IMPULSO/ Octavio Raziel
El bueno, el malo y el feo
Visitar Burgos, España, es toda una aventura, sobre todo si se sigue el sendero de las locaciones que se usaron para filmar hace 50 años la película “El bueno, el malo y el feo”. El remate de ese periplo son las 5,000 cruces y lápidas que fueron testigos de la larga escena en la que se enfrentan a muerte el Rubio, Ojos de ángel y Tuco. La proyección conducía al espectador a un giro que parecía interminable. Durante 2 minutos 29 segundos el compositor italiano Ennio Morricone nos llevaba de la mano de Tuco recorriendo las tumbas de “un cementerio sin muertos” como él mismo músico describió, hasta dar con la que buscaba.
La anterior ha sido considerada la mejor escena de esa cinta. Hubo frases que quedaron para la historia del cine como: El mundo se divide en dos categorías, Tuco: los que encañonan y los que cavan; cava. Sin embargo, el disparo desde dentro de la tina con la frase: cuando tengas que disparar, dispara, no hables, es sensacional. Emotiva la música que se interpreta mientras torturan a uno de los protagonistas y que es una composición poco conocida de Morricone.
La cinta no se rodó íntegramente en Almería, meca del spaghetti western. Las locaciones culminaron en el cementerio de Sad Hill, que se encuentra en el término municipal de Santo Domingo de Silos, en el Valle de Mirandilla.
Para la reconstrucción de las distintas locaciones, como la Misión de San Antonio (monasterio de San Pedro de Arlanza) la prisión de Betterville (Carazo), el puente de Langstone (valle de Arlanza) se creó la Asociación Cultural SAD HILL, a iniciativa del Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas de los Infantes.
El ex patriado británico Julian Phillips al conocer el abandono del cementerio de Sad Hill (valle de Mirandilla) inolvidable emplazamiento de las últimas escenas, se dio a la tarea de presionar a las autoridades y a los habitantes del lugar, el Desierto de Almería, e iniciar la recuperación del cementerio ficticio.
La presión dio como resultado que la asociación enfrentara el problema de montar unas 5,000 tumbas (cruces y lápidas de madera) que integraban el camposanto de la película. Para ello hubo de crearse un colectivo que reivindicara el valor turístico y cultural de los parajes burgaleses utilizados por Sergio Leone (fallecido en 1989) en el rodaje de El bueno, el malo y el feo.
Las décadas que han pasado desde la premier de la cinta deterioraron el lugar. Pastizales que cubrían cada uno de los montículos de enterramientos simulados, cruces caídas, caminos irreconocibles y, sobre todo, el centro de la necrópolis que dio vida al duelo entre los tres pistoleros. Muchos pensaron que reconstruir la escenografía iba a ser una misión imposible. Sin embargo, la asociación enfrentaba un reto que muchos creían irrealizable; hasta que, se puso en marcha el apadrinamiento de cada una de las 5,000 tumbas, en dos modalidades: apadrinar la cruz o la placa o convertirse en miembro de la asociación lo que le daría oportunidad al nuevo socio de rotular la tumba con su nombre o el de alguien a quien quisiera tener en ese lugar (dos metros abajo) como el presidente de algún país, un diputado, un ex cónyuge o algún otro personaje que pasó por nuestra vida y no nos dejó buena memoria. El trabajo no ha terminado y todavía quedan muchas tumbas por apadrinar y rotular.
A la celebración del 50 aniversario acudieron a disfrutar in situ, más de 5,000 personas, entre ellas algunos miembros de la orquesta de Ennio Morricone, ganador de un Óscar; pero también algunos de los 2,000 soldados prestados por el ejército español que trabajaron como extras y que en esta ocasión hicieron el mismo recorrido del monasterio al valle de Arlanza donde se “libró la batalla” sobre un puente de Langstone. los alcaldes de los seis pueblos participantes; el director general de Turismo de Castilla y León, Javier Ramírez. De los tres protagonistas de la cinta no acudieron Lee Van Cleef (Ojos de Ángel) y Eli Wallach (Tuco) ya fallecidos y Clint Eastwood, envió un mensaje personal.
La cinta está considerada como una de las cien mejores en la historia de la cinematografía. Para algunos, es la mejor, superada sólo por El Padrino.
Para mayores informes sobre la reconstrucción de este camposanto, se recomienda acudir a la página www.assadhill.es o a la Asociación Cultural Sad Hill.
