IMPULSO/ Agencia SUN
Unión Europea
Las autoridades de competencia de la Unión Europea (UE) anunciaron medidas legales contra los acuerdos de beneficios fiscales de las empresas tecnológicas estadounidenses Apple y Amazon en Europa.
Amazon obtuvo en Luxemburgo ventajas fiscales por valor de unos 290 millones de dólares, aseguró en Bruselas la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, por lo que el país tiene que reclamar ahora a la empresa ese dinero, considerado un subsidio ilegal. Allí tiene su sede la división europea del consorcio estadounidense.
En un caso similar, la Comisión Europea había reclamado a Irlanda ya el año pasado que exigiera a Apple la devolución de hasta 15.280 millones de dólares, en concepto de ventajas fiscales que distorsionan la competencia. Como Dublín se ha negado, la Comisión lleva el caso ahora ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), la máxima instancia judicial del bloque.
“Amazon no pagó impuestos por casi tres cuartas partes de sus beneficios”, dijo Vestager. Con ello, la empresa ahorró masivamente impuestos en sus ventas en Europa.
La empresa rechaza las acusaciones. “Consideramos que Amazon no tuvo ningún trato especial por parte de Luxemburgo y pagamos impuestos de acuerdo con la ley luxemburguesa e internacional”, indicó la compañía, que al igual que Luxemburgo, anunciaron que analizarán impugnar la decisión.
Las regulaciones sobre subsidios en la UE prohíben ventajas fiscales específicas para determinadas empresas. La Comisión analiza desde 2014 la relación fiscal de Amazon con Luxemburgo. Sobre todo un acuerdo de 2003 que limitó el acceso de los inspectores de Hacienda a Amazon.
En ese momento, la compañía tenía su central europea en Luxemburgo y pagaba allí por todos sus beneficios.
Amazon ha cambiado entretanto su sistema de fiscalización y desde 2015 paga impuestos en varios países europeos, entre ellos Alemania e Italia.
En cuanto al caso de Apple en Irlanda, Verstager exigió a los países de la UE hacer lo necesario para “restaurar la competencia” en condiciones justas. “Por eso hemos decidido hoy llevar a Irlanda ante el TJUE por no implementar nuestra decisión”, dijo recordando la importancia de que los “beneficios se graven donde se registran”.
El año pasado, la Comisión ya había criticado a Apple por un acuerdo similar con Irlanda y exigido la devolución de la cifra récord de 13.000 millones de euros por las ventajas ilegales que obtuvo la firma entre 2003 y 2014. El tipo efectivo del impuesto de Sociedades llegó a caer en 2014 al 0,005%.
También el Gobierno irlandés consideró “extremadamente decepcionante” el anuncio de la Comisión y hace tiempo que ya acudió a los tribunales europeos con Apple para impugnar la decisión de Bruselas. “Irlanda nunca ha aceptado el análisis de la Comisión en las decisiones sobre la ayuda a Apple (…) siempre hemos sido claros en que el Gobierno está totalmente comprometido en garantizar la recuperación inmediata de las supuestas ayudas a Apple y ha dedicado recursos significativos a ese fin”, señaló.
La ley europea exige que la ayuda considerada ilegal sea devuelta lo antes posible y no más de cuatro meses después de la notificación.
La decisión sobre ambas empresas sí gustó a políticos europeos, tanto del ala conservadora como de la izquierda. “La decisión de la
Comisión es un éxito para la justicia fiscal”, dijo el diputado de los Verdes Sven Giegold. Fabio De Masi, de La Izquierda, pidió reformar el derecho de subsidios para permitir multas que puedan fluir luego a los países perjudicados.
Al mismo tiempo, recordó que el hoy presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, era aún primer ministro de Luxemburgo en el momento del acuerdo con Amazon.
Los críticos acusan desde hace tiempo a Juncker de como poco haber tolerado modelos de evasión fiscal a multinacionales en su época como jefe de Gobierno luxemburgués, entre 1995 y 2013, algo que éste niega.
La ONG Oxfam pidió una mayor transparencia fiscal para combatir acuerdos impositivos beneficiosos con grandes multinacionales. “Si grandes compañías como Amazon no pagan una contribución justa, los pequeños negocios y los ciudadanos acabarán pagando injustamente su cuenta”, dijo Aurore Chardonnet, asesora de política europea de Oxfam sobre desigualdad fiscal.