IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Sueños que se truncan a causa del entorno social pueden llevar a las personas al camino del crimen. Esto es parte de lo que viven los personajes de la serie “Tres Milagros”.
Para los actores Fátima Molina y Cuauhtli Jiménez las historias de sus personajes son el reflejo de una realidad que se vive en el país.
“Mi papel es sumamente fuerte, una mujer que roba y usa armas y a la vez tiene que ser encantadora y llegarle a la gente y que la quieran. Es una dualidad muy complicada”, explica Molina quién interpreta a Milagros Cruz “Nikita”, una mujer de clase baja.
“No los justifico pero también está muy difícil, si no te dejan crecer tú tienes que comer”.
“Sé que en la serie las cosas se van en ciertos rumbos diferentes porque empiezan a juntarse con gente que es muy mala influencia pero la realidad es que también empiezan a desviarse por la condición social de su mundo. Cosa que vivimos en el día a día”, reflexiona.
“Tres Milagros”, que se transmite por Azteca Uno es una nueva versión de la serie colombiana. De acuerdo con los artistas la trama encaja muy bien en México debido a que las condiciones sociales son similares.
La resiliencia que plasman en pantalla es muy del mexicano, consideran, ya que por más que golpean a sus personajes estos se levantan y siguen.
Antes de adentrarse al mundo de “Tres Milagros”, parte del elenco recibió entrenamiento sobre el uso de armas. Querían retratar con mayor realismo las escenas de violencia.
“Trabajamos con Balo Bucio, que tiene una compañía de stuns; tuvimos un entrenamiento en combate de parejas donde también aprendimos defensa personal”, relata Cuauhtli Jiménez quien interpreta al ladrón “Chemo”, gran amor de Nikita.
“También estuvimos con la policía de la ciudad en un campo de tiro. Queríamos tener ese cuidado de saber cómo agarra el arma un policía y cómo lo hacemos nosotros los del barrio, que se más sucio”, explica.
Además de retratar ese entorno social en donde temas como el alcoholismo y la violencia están presentes, para Molina uno de sus objetivos es enviar un mensaje no solamente de empoderamiento a la mujer sino al ser humano en sí.
“Tenemos los mismos derechos, simplemente que en las condiciones que estamos viviendo en el mundo actual es importante mandar el mensaje a todas las mujeres en este caso de México y de Latinoamérica y en los lugares donde vayan a ver la serie.
“Nos merecemos un lugar para trabajar, ganar bien económicamente en los trabajos, darnos cuenta que sí podemos sobresalir en lo que nosotras decidamos. No importa el género, seas mujer o hombre todos merecemos respeto y el lugar que queramos tener en este mundo”, afirma.