IMPULSO/Agencia SUN
Rusia
Llegó el momento de decir adiós. Sin nada que reclamar, sin nada que deber. Están en paz.
La Selección de Rusia se reunió con su afición. Acto sencillo y directo, decir gracias y dejarse observar, nada más, en el Fan Fest de Moscú. Como si fuera un partido más la gran explanada se llenó para que uno a uno de los jugadores fueran presentados:
Los más aplaudidos, el portero y capitán Igor Akinféev,el defensa Semenov, claro, el volante goleador Denis Cheryshev y por supuesto el director técnico Stanislav Cherchésov.
Cuando llegó el momento de presentar a Mario Fernandes, el brasileño naturalizado ruso que falló de forma burda un penalti decisivo en el juego contra Croacia, al principio la gente dudó, pero al final fue aplaudido, aunque no con la intensidad de los otros.
Tocó el turno de hablar, la mayoría pasó, pero quién más énfasis le puso fue el técnico Cherchésov, quien agradeció en todo momento el apoyo de la gente en los juegos, y aseguró que este no es el fin, sino el principio del despegue del futbol ruso.
Entre spasivas (gracias en ruso) y aplausos transcurrió el evento que fue cerrado al entonar el himno nacional de Rusia.
Así, la selección local dijo adiós al Mundial. Ahora sólo quedan cuatro naciones con vida, de donde saldrá el campeón.