IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
Una muestra revela la colaboración entre ambos artistas, misma que en 1947 terminó en medio de un debate público y de mutuas acusaciones.
Leo Matiz, dice Alejandra Matiz, vivió arrepentido de haber peleado con David Alfaro Siqueiros, a quien acusó de plagio. “Mi papá le entregó 500 fotografías, creyó en el proyecto, creyó en la Revolución Mexicana, buscó los modelos para presentárselo al muralista”.
“Se arrepintió muchísimo de haber peleado con él, de haber tenido que dejar México; Colombia nunca ha estado al nivel cultural de México y para él fue terrible, su carrera se vio un poco truncada por haberse ido. Cuando regresó al país en 1997, pidió que no hablara de Siqueiros porque tenía miedo de que las brigadas de Siqueiros todavía anduvieran por ahí”
Recordó Matiz durante el recorrido por la muestra “Leo Matiz: el muralista de la lente. Siqueiros en perspectiva”, que se presenta hasta el 15 de octubre en las salas Rufino Tamayo y David Alfaro Siqueiros del Museo del Palacio de Bellas Artes.
La exhibición consta de 40 piezas seleccionadas, que revelan la influencia de la fotografía en el desarrollo de los murales y pinturas de caballete de Siqueiros.
En 1947, la relación entre ambos creadores terminó en medio de un debate público y de mutuas acusaciones.