IMPULSO/Redacción
Toluca
La escritora mexicana Cristina Rivera Garza habló sobre su obra “Había mucha neblina o humo o no sé qué” en el Tecnológico de Monterrey en Toluca.
El Tecnológico de Monterrey en Toluca recibió a Cristina Rivera Garza, escritora mexicana reconocida por su obra Nadie me verá llorar, quien ha recibido en dos ocasiones el galardón Sor Juana Inés de la Cruz en la Feria del libro de Guadalajara y el premio alemán Anna Seghers para Literatura Latinoamericana en 2005.
En esta ocasión, Rivera Garza presentó su obra Había mucha neblina o humo o no sé qué, exploración sobre la obra literaria de Juan Rulfo y en sus palabras, “es el libro que produce una lectora cuidadosa, devota por muchos años del autor de una obra que me marcó”, explicó
Cristina comentó que desde muy joven ha sido lectora de Juan Rulfo y su inquietud por honrar su trabajo surgió por la serie de enigmas que se encuentran inevitablemente en sus obras y que hacen que el lector regrese una y otra vez a estos textos.
Pero analizar a Rulfo no es tarea fácil, por ese motivo, Cristina se vio en la necesidad de realizar una investigación detallada y cuidadosa que la llevó a conocer a un Juan Rulfo, mucho más allá de los libros.
El escritor que a través de sus cuentos y novelas habla del mundo indígena, de los campesinos en estado de total pobreza y que han sido olvidados por el Estado, paradójicamente, trabajó para el Estado y participó en acciones que perjudicaron a los indígenas y a los más pobres.
Fuera de emitir algún juicio de valor hacia Rulfo, Cristina habló de la empatía que este descubrimiento le generó, pues comprendió que El llano en llamas y Pedro Páramo son un reflejo del dolor que experimentó Juan Rulfo ante el gran dilema que significó formar parte de un proyecto gubernamental que favorecía el crecimiento económico de un sector de la población, pero no de los más necesitados.
“Juan Rulfo sabía a lo que se estaba enfrentando, por ello, sus obras son vivas y palpitantes. Entregan parte del sufrimiento, victimización, violencia y tensión tan enorme que implicaba la migración del campo a la ciudad”, Cristina Rivera Garza, Escritora.