IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
La obra “Los hijos también lloran” no sólo mantiene una relación estrecha con su autor y protagonista Andrés Zuno, sino también con sus padrinos de fin de temporada, Benny Ibarra y Mariana Garza.
“Es una obra muy cercana a mi corazón, te hace reflexionar, darle una vuelta al pasado, cómo es tu relación con la familia”, expresó Benny Ibarra.
Pero esa no es la única razón por la que esta historia conectó con los Timbiriche, también porque este grupo fue parte fundamental en esta etapa de la infancia del autor y se plasmó en esta puesta en escena.
“La primera vez que yo la vi sentí fue bastante culpabilidad a la hora que ese niñato de cinco años grita fuerte ‘Timbiriche’ para que lo salven. Finalmente, se cumple uno de los cometidos del teatro que es sanar”, dijo Mariana Garza.
Los hijos también lloran es una obra autobiográfica de Andrés Zuno, donde desgrana uno de los hechos que marcaron su vida: la muerte de su padre, pero también es una invitación al público para hacer un recorrido a los años 80.
“Creo que es muy valiente que Andrés nos haya prestado su diario, nos da la oportunidad de conocer cómo fue su infancia”, declaró Ludwika Paleta, quien actúa y produce la obra a la cual le queda una semana de temporada en el Teatro Milán.
“Hace un poco más de 30 años, un niño cantaba mientras enterraban a su papá, y en la obra dice que gritaba ‘Timbiriche’ y no lo vinieron a salvar, en realidad creo que lo salvaron, gracias a la semilla que sembraron despertaron el deseo profundo de llegar hasta un escenario”, dijo Zuno.