IMPULSO/Redacción
Valle de México
En el Día Internacional de la Mujer, vemos que por muchos años hemos luchado a favor de la igualdad, la justicia y el progreso con equidad. Las mujeres dan vida, educan, alimentan, pero también trabajan y contribuyen a la edificación de las naciones del mundo. México ha sido más grande en la medida en que ha dado mayores oportunidades a la mujer.
Ahora tienen más espacios en los puestos de representación popular, en las dependencias, son ellas las que han dado el ejemplo de amor, de esperanza y, sobre todo, de lo que es trabajar para alcanzar la prosperidad, el desarrollo, la paz, la justicia. El ocho de marzo es una fecha especial que se conmemora en muchos países del mundo, donde las mujeres, sin importar fronteras, origen étnico, lengua o cultura, nos unimos para reflexionar y emprender acciones.
No se trata de rivalizar con los hombres, no es una competencia de inteligencia, fuerza o de conocimiento. No, la mujer respeta y reconoce en el hombre sus cualidades, pero la mujer también exige que se le dé el lugar que merece en la toma de decisiones, en la contribución para hacer que este país sea mejor y más justo, con mayor igualdad.
Es mucho lo que podemos aportar para construir un mundo más armónico, si aprendemos a caminar juntos. La mujer mexicana ha estado presente siempre en momentos clave como la lucha por la Independencia de nuestro país, la Revolución Mexicana o en el sismo de 1985 y otras situaciones que forman parte de nuestra historia, siempre apoyando con amor, firmeza y como pilar inquebrantable de la familia y del país.
Es mucho lo que se ha hecho por el empoderamiento de la mujer, pero todavía hay mucho camino recorrer. “Mi reconocimiento a cada una de las mujeres de este país”, declaró Rivera de Peña.