Noviembre 18, 2024
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La Maldita Vecindad rinde una ofrenda musical en la CDMX

IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
Con flores de Cempasúchil, catrinas, calaveritas y más, se armó una gran fiesta de Día de Muertos en la Arena Ciudad de México, la cual hizo mover el esqueleto a miles de personas al ritmo del ska de la Maldita Vecindad, quienes ofrecieron una ofrenda musical que recordó a todos los difuntos, entre ellos José José y Juan Gabriel.
Alrededor de las 9:30 de la noche las luces se apagaron y el ritual de la muerte dio inicio con unos danzantes aztecas, que, después de una coreografía, dieron paso a la entrada de una de las bandas más queridas del rock mexicano.
Iniciando con “Cenizas” y continuando con “Bailando”, miles de personas se levantaron de sus asientos para tomar la palabra del título de la canción.
“Gracias por estar todos aquí, recordando a nuestros muertos, en la conciencia de la certeza de que el amor trasciende, tiempo, espacio, que el amor abraza el día y la noche, la vida y la muerte. Bienvenidos todos y cada uno de ustedes, con el corazón abierto y a todas las almas que los acompañan de sus ancestros, somos millones de almas esta noche aquí, bienvenidos a esta gran celebración de la vida, de la muerte, del amor, de paz y de baile”, dijo Roco, vocalista de la banda, para dar la bienvenida a todo su público.
En honor a una de las tradiciones más importantes de México, el cantante se tomaba una pausa al término de cada canción para recitar una calaverita, misma que hacía alusión a los temas que acababa de interpretar, como en “Quinto patio ska”, “Y así seguir”, “Mujer”, “Los agachados”, “Un gran circo”, “Expedientes marcianos”, ente otros.
“…Sabemos que en este mundo hay un sistema patriarcal que busca la máxima ganancia este maldito sistema elegir entre nuestros actos cotidianos la verdad y la paz, es por eso que esta rolita que les venimos hoy a cantar es la historia de un carnalito, que no se dejó apachugar, trabajaba en un supermercado y le mandaban todo a etiquetar, ponerlo todo bien caro y él dijo, ‘ni maíz, esto no va a pasar’, cada uno de nosotros podemos elegir, con paz, baile conciencia un camino nuevo, justo, digno, igualitario, vivir”, dijo el líder de la agrupación antes de iniciar “Supermercado”.
Las canciones y calaveritas continuaban interpretándose en un escenario caracterizado como un gran altar, estaba todo cubierto de flores de Cempasúchil, había una calavera de azúcar gigante que posaba con un sombrero de copa; la pantalla, detrás del escenario, se convirtió en un mantel de papel picado que mostraba el nombre de la banda y del cual se desprendía fuego por doquier, como si se tratase de veladoras.
Entre el baile y la emoción el cantante dijo, “en este tiempo bendito, que nuestra tradición nos regaló, poder tres días del año con nuestros muertos, poder hacer reunión, hay muertos tan entrañables que viven en nuestro corazón y aunque no son de nuestra familia, todos sabemos su canción, ‘El Príncipe de la Canción’ se nos adelantó hace poco, pero todos sabemos muy bien que en nuestro corazón vivirá, ‘ya lo pasado, pasado’, decía, y hoy aquí todos juntos podemos festejar, honrando a nuestros ancestros, sacudirnos la mala vibra”.
Fue así que la banda le rindió un tributo a José José con un cover, en versión de ska, a “Ya lo pasado, pasado”, provocando que todo el público se levantara de sus asientos y cantara al unísono del vocalista, mientras que las personas que se encontraban en la pista hacían slam y otras, de la emoción, aventaban cerveza por doquier.
La noche continuó con más temas hasta llegar al tributo que le hicieron al “Divo de Juárez”. “Cuánta música buena nos dejó, aquí la Maldita Vecindad honra a Juan Gabriel con toditito el corazón”, dijo Roco, antes de dar inicio “Querida”.
Tras un breve intermedio, la agrupación siguió con la fiesta al tocar canciones como “Solin”, “Rafael”, “Cocodrilo”, “Tatuaje”, “Teporocho”, por decir unas, sorprendiendo a la audiencia con su invitado especial, La Sonora Santanera, con quien interpretaron “Pata de perro”, “Chucos suaves” y “La Boa”, convirtiendo así el lugar en una pista de baile, que aunque las personas que se encontraban en las gradas no tenían suficiente espacio, se las ingeniaban y bailaron hasta en los pasillos.
La celebración se dio por terminada con dos de los temas más icónicos y esperados de la noche, “Pachuco” y “Kumbala”, dejando así a 14 mil 839 personas satisfechas, al pasar una de las mejores fiestas de día de muertos que hayan vivido.