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Estados Unidos
Eso es lo que pide desesperada al presidente estadounidense, Donald Trump, la madre de una de las víctimas del tiroteo en un instituto de Florida en el que murieron 17 personas el pasado miércoles. En un testimonio que ha dado la vuelta al país, Lori Alhadeff, madre de Alyssa, de 14 años, reclama al presidente que tome medidas para “evitar que las armas lleguen a manos de los niños”.
Indignada y con lágrimas en los ojos, Alhadeff se pregunta en una intervención en CNN cómo se permite que una persona armada entre en una escuela. “Presidente Trump, usted se pregunta qué puede hacer. Puede evitar que las armas caigan en las manos de estos niños”, reivindica reclamando medidas de seguridad. “Puede hacer mucho. Esto no es justo para nuestras familias, para los niños que van a la escuela y son asesinados”.
Alzando la voz mirando a cámara y dirigiendo su mensaje directamente al mandatario implora al presidente que actúe. “Presidente Trump, por favor, haga algo. Acción. La necesitamos ahora. Estos niños necesitan seguridad ya”. Alhadeff le recuerda cómo entró el pistolero a la escuela, rompió el cristal del aula de su hija y comenzó a disparar.
La tibia respuesta de Trump tras el incidente ha sido duramente criticada por los familiares y compañeros de algunas de las víctimas, que a través de las redes sociales han rechazado sus condolencias y han pedido un mayor control de armas para prevenir que vuelva a suceder. El mandatario volvió a hacer referencia a un problema de salud mental sin llegar al espinoso problema de fondo del acceso y el control de armas en un país cuya sociedad está dividida entre los que piden un mayor control y quienes defienden el derecho constitucional de portarlas.
El tiroteo se produjo el pasado miércoles en el instituto Marjowy Stonemad Douglas en Parkland, al noroeste de Miami cuando un exalumno del centro aficionado a las armas irrumpió en el centro con un fusil de asalto AR-15. EL PAIS
