IMPULSO/ Gabriela Landetta/Foto: Arturo Hernández/Metepec
Apenas el pasado 29 de mayo celebraba su cumpleaños número 79, trabajando en su taller nuevas y espectaculares esculturas, su pasión de vida. Ese día, el maestro Fernando Cano Cardozo, conocido como “El Escultor de Fuego”, escribió escuetamente en su cuenta de Facebook: “Sigo trabajando y saludos a mis amigos y a Marthel Cano”, su querida Marthel Cano, su compañera inseparable de vida.
Este miércoles 6 de junio, el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México, Alfredo Barrera Baca, compartió en su cuenta de Twitter la noticia del fallecimiento del reconocido artista, Dr. Honoris Causa de esta Casa de Estudios, donde también fue un distinguido maestro.
“Ha muerto Fernando Cano: el hombre de los sueños en acero, que devolvió a los pasillos universitarios el asombro y la ternura. Detenernos a contemplar y disfrutar sus esculturas será nuestro homenaje. Descanse en paz.”, escribió el rector.
Oriundo del municipio mexiquense de El Oro y descendiente de otro reconocido artista plástico, Juan Cano Huitrón, el Maestro Fernando Cano tuvo una larga y fructífera trayectoria artística con más de 101 exposiciones individuales, 87 colectivas, 60 trabajos especiales, entre otras actividades.
Una de sus últimas entrevistas la concedió en exclusiva a la directora editorial de este medio informativo, Adriana Tavira en noviembre del año pasado. A continuación un fragmento de esa amena conversación que ambos tuvieron en la casa del artista:
“Al cuestionarlo, ¿cuál de sus obras es la más importante para usted, cuál ha sido la preferida? De manera inmediata contesta: “Ninguna, un artista cada vez que realiza una obra cree que es la más importante, pero la realidad, es que cada una ocupa un momento, una situación, una inspiración, la realidad es que siempre estamos creando, en cada momento, en cada lugar hay una emoción que trasmitir”.
También recordó su niñez en aquella plática:
“Son imágenes maravillosas que aún conservo en mi memoria, olores únicos de las frutas y productos que se vendían en el mercado, pues mi pueblo era un lugar muy concurrido en los años 40 y 50, su economía minera era una de las más sólidas del país y daba trabajo a sus pobladores, era una pequeña ciudad, sumergida en hermosos paisajes campiranos de la provincia mexicana”.
A lo largo de esa entrevista, el reconocido escultor mexiquense habló de su vida y de su trabajo artístico, y de su gran pasión que era la de crear:
“¿Cuántas obras ha realizado desde sus inicios hasta hoy? No lo sé, yo me dedico a crear y no a contar, solo te puedo decir que tengo 54 años trabajando mi obra en hierro forjado, para mí no hay proyecto pequeño, todos son importantes. Te comento que actualmente ya no puedo martillar, ya no puedo soldar, por mi estado de salud, pero eso no me limita, por lo que estoy dedicado a crear figuras de bronce, sigo produciendo obra y lo seguiré haciendo mis 78 años” concluyó el artista mexiquense, sin no antes señalar el cariño que le tiene a la universidad.”
La cultura mexiquense está de luto.
