IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
Según el coronel Mark Adger, responsable de la cárcel del condado de Fulton, en Jeffersonville, Indiana, hay programas que ayudan entender qué pasa con los criminales y las vidas que llevan al interior de la cárcel.
Adger y su equipo permitieron que la producción de “60 días preso” se integrara a su día a día para que la sociedad entendiera la vida de algunos de los criminales que están bajo su custodia.
“Tenemos muchos jóvenes hombres que no ven otra forma de vida que no sea la del crimen porque no pueden tener trabajo, son relegados y no es fácil que consigan formas de salir adelante porque pertenecen a pandillas y eso lo hace difícil”, explica vía telefónica.
El coronel cree fervientemente que si las personas conocen sus historias y ven la forma en la que viven, pueden crear conciencia sobre cómo tratarlos y así, tal vez, darles una oportunidad.
La narración de estos presidiarios se hace de la mano de personas inocentes que deciden entrar a prisión para saber cómo es estar ahí. Algunos de ellos tienen razones personales que los llevan ahí.
“Primero que nada son almas muy valientes, Después de hablar con ellos te das cuenta de que tienen… muchos de ellos tienen curiosidad de cómo es el sistema criminal porque algunos de sus familiares están involucrados en cosas de la ley, algunos han sido víctimas del crimen, además de saber cómo se cambia el comportamiento de alguien que ha cometido un crimen, entre otras cosas”, añade.
La tercera temporada de “60 días preso” que se estrena este martes a través de A&E en punto de las 22:00 horas mostrará a nuevos participantes. Entre ellos está Calvin un maestro de educación especial que trabaja con jóvenes en riesgo; Don, un hombre que cree que el sistema ha fallado a los afroamericanos y quiere ayudar a luchar contra la discriminación; Jon, un ex oficial de correcciones que quiere ver y sentir lo que es cuando los papeles se invierten; Jessica, una mujer que conoció a su esposo mientras estuvo encarcelado y espera entender su comportamiento institucionalizado, entre otros.
Además esta nueva temporada presenta la cárcel de Fulton, una prisión más grande que la de las primeras temporadas y con mayor número de inquilinos, quienes, además, están divididos por género.
“Fui fan de la serie desde la primera temporada, luego fuimos contactados por la producción. Y aprendimos mucho sobre nosotros. Estuvimos muy alerta sobre las cosas y creo que eso te ayuda mucho aprender sobre nuestro propio comportamiento”, explica.
Adger aconsejó a los participantes es que se mantuvieran fieles a las historias que se les habían preparado.
Foto: Ilustrativa WEB