IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
Los teléfonos inteligentes forman ya parte importante de nuestra vida, no solo por la facilidad de comunicarnos con otras personas y como medio de entretenimiento, sino también como herramienta de trabajo. Sin embargo, también pueden ser utilizados como un canal para robar nuestra información y datos personales.
Para sacar mayor provecho de nuestros dispositivos es necesario instalar aplicaciones que nos ayuden en nuestras diversas tareas, sin embargo, es importante leer los términos y condiciones de éstas, para saber expresamente que es lo que estamos aceptando, ya que muchas de las apps móviles piden acceso a ciertos datos como fotos, cámara, micrófono y agenda.
¿Quién puede acceder a nuestra cámara y micrófono?
Aplicaciones como WhatsApp, Facebook, Snapchat, Instagram, Twitter y Linkedin, por mencionar algunas, nos piden acceso tanto a la cámara como al micrófono cuando las instalamos, por lo que es relevante saber qué es lo que sucede una vez que aceptamos.
Básicamente, cuando autorizamos estos accesos, permitimos que estas apps puedan acceder tanto a la cámara frontal como a la trasera, coloquen a la app en cuestión en primer plano, tomen fotos y videos sin decirnos, subir esas fotos y videos sin decirnos, detecten si estamos solos al usar el teléfono o estamos mirando la pantalla junto con otra persona.
Un ejemplo de esto es el documental Find my Phone, en el que un usuario instaló dicha app en su teléfono y luego dejó que alguien se la robara. Después de que la persona lo robó, el propietario original espiaba cada momento de la vida del ladrón a través de la cámara y el micrófono del teléfono. El documental rastrea cada movimiento de esta persona, desde cepillarse los dientes hasta ir a trabajar.