“Solíamos saber dónde estaba el peligro, pero ahora no se sabe”: Cruz Roja.
Al ya enorme daño causado por la destrucción de la presa en el sur de Ucrania, en la región de Jersón, ahora se suma un nuevo peligro.
Se trata de minas terrestres y explosivos de guerra que, con el fuerte flujo de agua, han sido arrastrados a sitios desconocidos, representando una importante amenaza para las comunidades cercanas y para quienes están ayudando en la zona.
“Solíamos saber dónde estaba el peligro, pero ahora no se sabe”, dijo Erik Tollefsen, jefe de la unidad de contaminación de armas de la Cruz Roja, a la agencia de noticias AFP.
“Todo lo que sabemos es que están en algún lugar río abajo”, agregó.
El colapso de la represa de la planta hidroeléctrica de Kajovka, ubicada sobre el río Dniéper, en un área controlada por Rusia, ha provocado la evacuación de más de 40 mil personas debido a las inundaciones.
Tanto Ucrania como Rusia se culpan mutuamente de sabotear el embalse que comenzó a romperse en las primeras horas del martes pasado.
Natalia Humeniuk, vocera del Comando Sur Operacional de Ucrania, dijo a la televisión de ese país que “muchas minas terrestres (en áreas incautadas por Rusia) han sido removidas, convirtiéndose en minas flotantes”.
“Representan un gran peligro”, añadió y explicó que era probable que explotaran si chocaban o golpeaban los escombros.
Las minas terrestres -entre las que se incluye las “antipersonales” y “antitanques”- son artefactos explosivos diseñados para ocultarse a poca profundidad, de tal manera que su detonación se active al contacto de personas o vehículos.
De acuerdo con Erik Tollefsen, la Cruz Roja ha dedicado varios meses a remover y mapear los campos minados en Ucrania. Sin embargo, parte de ese trabajo se perdió debido a las inundaciones, según declaró el representante de esa organización humanitaria.
Se cree que a lo largo de la vasta extensión de Ucrania hay 174.000 km2 que están plagados de minas terrestres.
Es un área de tierra más grande que Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte juntas.
Los rusos han desplegado minas terrestres tanto para defender sus posiciones como para frenar a los ucranianos.
Y el área afectada por la ruptura de la represa no ha sido una excepción.
En abril, el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, dijo que 724 personas han sido víctimas de minas rusas desde el comienzo de la invasión, y 226 de ellas han muerto.