Kiev, 9 jun (Reuters) – El servicio de seguridad interior de Ucrania declaró el viernes haber interceptado una llamada telefónica que prueba que un “grupo de sabotaje” ruso voló la central hidroeléctrica y la presa de Kajovka, en el sur del país.
La destrucción de la instalación el martes desató inundaciones masivas, obligando a huir a miles de residentes y causando estragos medioambientales.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano) publicó un clip de audio de un minuto y medio en su canal de Telegram de la supuesta conversación, en la que se oye a dos hombres hablando en ruso sobre las consecuencias del desastre.
Reuters no ha podido verificar la grabación de forma independiente. Rusia, que ha acusado a Kiev de destruir la presa, no comentó de momento el contenido del audio.
“Ellos (los ucranianos) no la atacaron. Fue nuestro grupo de sabotaje”, dijo uno de los hombres en la grabación, que según el SBU es un soldado ruso. “Querían asustar (a la gente) con esa presa”.
“No salió según lo planeado, e (hicieron) más de lo previsto”.
El hombre también dijo que “miles” de animales habían muerto en un “parque safari” río abajo como resultado.
El otro hombre en la grabación expresó su sorpresa por la afirmación del soldado de que el ejército ruso, que habían ocupado la presa tras la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, había destruido la central hidroeléctrica y la presa.
El SBU no ofreció más detalles de la conversación ni de sus participantes. Dijo que había abierto una investigación penal por crímenes de guerra y “ecocidio”.
“La interceptación por el SBU confirma que la central hidroeléctrica de Kajovskaya fue volada por un grupo de sabotaje de los ocupantes”, dijo el SBU en un comunicado. “Los invasores querían chantajear a Ucrania volando la presa y escenificaron una catástrofe provocada por el ser humano en el sur de nuestro país”.
Cientos de ucranianos fueron rescatados el jueves de los tejados de las zonas inundadas. El gobernador de la región meridional de Jersón dijo que unos 600 kilómetros cuadrados, o 230 millas cuadradas, de la región estaban bajo el agua.
“Al volar la presa de la central hidroeléctrica de Kajovskaya, la Federación Rusa demostró definitivamente que es una amenaza para todo el mundo civilizado”, declaró el jefe del SBU, Vasyl Malyuk.