IMPULSO/ Edición Web
Nueva York
Al explicar la decisión de Estados Unidos de no vetar la resolución del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas que condenó los asentamientos israelíes, el secretario de Diplomacia, John Kerry, dijo que “el voto en la ONU era para preservar la solución de dos Estados“. Enfatizó que es una forma de instar a Israel y Palestina a buscar una solución juntos al conflicto territorial, pues sólo así alcanzarán la paz.
Criticó también al actual Gobierno de coalición del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que ha respondido duramente a la decisión de EE.UU. de no votar la resolución, y se preguntó cómo se puede alcanzar la paz “si las partes ni siquiera han mostrado la voluntad de reunirse“.
Trump mostró en Twitter horas antes su apoyo a Israel tras la votación del Consejo de Seguridad de la ONU que rechaza las colonias israelíes. “No podemos seguir dejando que Israel sea tratado con un desprecio total y esa falta de respeto“, manifestó el presidente electo. “Estaban acostumbrados a tener un gran amigo en Estados Unidos, pero ya no es el caso. El comienzo del fin fue ese horrible acuerdo con Irán (sobre su programa nuclear) y ¡Ahora, (la ONU)! ¡Mantente fuerte, Israel, el 20 de enero está cerca!“, añadió.
“La administración entrante ha señalado que tomará un camino diferente e incluso ha sugerido que romperá con políticas estadounidenses que tienen años sobre los asentamientos, Jerusalén y la posible solución de los dos estados (Israel y Palestina)”, dijo el diplomático. “Queda en ellos decidir. Así es como nosotros trabajamos”, afirmó.
“La paz sólo se puede lograr con contactos directos”, insistió Kerry en lo que parecen ser sus últimos esfuerzos para que palestinos e israelíes se sienten en la mesa de negociaciones antes de que abandone su cargo, el 20 de enero, fecha en que el presidente Barack Obama entregará la Presidencia al republicano Donald Trump. “No podemos imponer la paz”, insistió.
“Estados Unidos no redactó ni originó esta resolución, tampoco la propusimos”, aseveró Kerry en respuesta a Netanyahu. Aclaró también que su intención sobre el documento era que “si el texto era más balanceado, era más probable que no lo vetáramos”.
“¿Cómo puede Israel conciliar su ocupación permanente con sus ideales democráticos?“, se preguntó Kerry. “Nadie que piense seriamente sobre la paz puede ignorar la realidad de la amenaza que los asentamientos presentan para la paz”, añadió.
Según el alto funcionario, el Estado de Israel y la futura Palestina deben establecerse sobre la base de las fronteras anteriores a la Guerra de Seis Días de 1967, procediendo a “intercambios equivalentes” de territorio, por consentimiento mutuo.
Israel sería reconocido como un “Estado judío” y Jerusalén como “la capital de dos Estados”. En los estertores del gobierno de Obama, Kerry parecía querer dejar clara su postura sobre un proceso de paz entre israelíes y palestinos que frecuentemente abordó, pero que actualmente se encuentra congelado.