IMPULSO/ Agencia SUN
Bruselas
El viernes pasado un afgano de 17 años fue detenido acusado de haber violado y asesinado a una estudiante de medicina de 19 años en la localidad de Friburgo, Alemania, ciudad multicultural de 220 mil habitantes ubicada el suroeste del país y conocida por dar acogida a los refugiados que no son bienvenidos en la vecina Suiza. Este crimen ha encendido una vez más el debate en Alemania sobre la generosa política de asilo de la canciller Angela Merkel.
La tragedia se produjo el 16 de octubre pasado, cuando volvía de una fiesta por la noche en bicicleta. El cuerpo Maria, hija de Clemens Ladenburger, un funcionario de la Comisión Europea en Bruselas, fue encontrado en el río Dreisam, y el reporte médico constató que murió por ahogamiento.
La policía pudo identificar al culpable al seguir la pista a un cabello encontrado en el lugar de los hechos. La raíz del pelo permitió sustraer el ADN del presunto responsable. Además, en el río fue encontrada una bufanda perteneciente al individuo señalado y la policía contaba con material de video que ayudó a la reconstrucción de los hechos.
El presunto asesino resulta ser un afgano que llegó al país de manera ilegal en 2015 y que vivía con una familia alemana y no en un centro de refugio. El arresto se produce casi un año después de los ataques masivos producidos en la ciudad de Colonia durante la celebración de año nuevo, y reactivó el debate sobre la cuestión de los refugiados y la política de “brazos abiertos” de Merkel.
La joven era voluntaria en un centro de acogida de migrantes y el crimen se produjo en Friburgo, ciudad multicultural de 220 mil habitantes ubicada el suroeste del país y conocida por su concentración de migrantes y refugiados.