IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
Un día de 1973, Frank Sinatra estaba en su oficina de Reprise Records, en Los Ángeles, y por casualidad escuchó a José José en el sonido ambiental. Pidió que lo localizaran y le hicieran una oferta para grabar en esa compañía de su propiedad. El Príncipe de la Canción aceptó de inmediato y todo parecía indicar que las negociaciones llegarían a buen puerto.
No fue así. El mexicano había firmado un contrato con RCA Víctor y esa empresa se negó a compartir a su artista exclusivo. Él se deprimió y durante varias semanas aumentó el consumo de alcohol, al tiempo que escuchaba con amargura discos de Sinatra.
Cuatro años después, el mítico intérprete estadounidense fue ex profeso a Tijuana para escuchar a José José en el centro nocturno Flamingos. Lo vio desde un lugar privado y no pasó a saludarlo, sólo le dejó un recado verbal con el dueño de ese lugar: “Dice que si sigues cantando así, te vas a lastimar, que tienes que vocalizar”.
A principios de los 80, José José fue invitado a una fiesta en casa de Sinatra, en LA, donde cantó “Misty”, de Erroll Garner, acompañado de piano, bajo y batería. El de Nueva Jersey aplaudió. Una semana después, por fin platicaron brevemente en otra propiedad de Sinatra, antes de una partida de póquer de Frank y sus amigos. Sinatra le comentó al mexicano que en Tijuana no hubiera sido posible platicar entre tanta gente. También le dijo: “No te olvides de que triunfar es muy bello, pero tiene un precio alto. Yo, por ejemplo, siempre estoy encerrado, no puedo ir al cine ni al súper, eso duele, aunque tiene sus compensaciones. Nunca dejes de ser José José, el que va al cine con sus hijos y lleva a su mamá de compras”.
Tales pasajes aparecen a lo largo del libro autobiográfico José José. Ésta es mi vida (Random House Mondadori, 2008), donde el cantante narra el sinuoso camino hacia la fama, el infierno provocado por sus adicciones —semanas bebiendo sin comer, alucinaciones, internamientos voluntarios y forzosos— y, sobre todo, el comportamiento de Anel, su segunda esposa y madre de sus hijos José Francisco (José Joel) y Marysol: “Las mujeres como Anel necesitan con quién pelear y a quién dominar… Siempre te tratan muy joviales y condescendientes como en el prostíbulo, como si fueras un cliente, pero nada es cierto, es sólo para hacer lo que se les pega la gana”. En el mismo volumen señala que Anel recurrió a la magia negra para hacerle daño.
José José heredó la voz de su padre, el tenor José Sosa Esquivel, quien alternó en Bellas Artes con figuras como María Callas y Giuseppe Di Stefano. Además “heredó” el alcoholismo que acabó con su progenitor a los 45 años. A esa misma edad, José José tuvo una de sus mayores crisis de intoxicación etílica, “coincidencia” que tanto su psicoanalista como en Alcohólicos Anónimos utilizaron para demostrarle que, de manera inconsciente, él imitaba a su padre.
También lo imitó al casare con una mujer mayor, Natalia Kiki Herrera Calles, una socialité y actriz de gran belleza que medio cantaba.
Ella perdió el piso de tal forma que llegó a telonear en algunos shows de José José y quería cobrar más que él.
De los millones de dólares que José José ganó en su mejor etapa, muchos se fueron en los gastos irrefrenables de Anel y en una alevosa administración por parte de Manuel Noreña, cuñado del intérprete, quien además frenó un posible dueto con los Bee Gees porque no le pareció algo importante; “está muy ocupado”, arguyó.
El éxito artístico del ídolo puede resumirse en dos álbumes: 20 triunfadoras de José José (1982) y Secretos (1983), este último con producción y canciones del español Manuel Alejandro, de los que se han vendido más de siete millones de copias de cada uno de ellos.
En 1995 se casó con la cubana Sara Salazar y su vida se estabilizó. Volvió a grabar discos y a tener presentaciones personales, aunque ya sin tanta fortuna como en el pasado.
Al paso de los años enfermedades, entre ellas disfonía, y más problemas financieros, pero también actos solidarios de colegas como Marco Antonio Solís, quien le pagó visitas al doctor en EU.
En 2017 enfrentó un cáncer de páncreas y se sometió con quimioterapia, radioterapia y una cirugía que le fue practicada a mediados de noviembre. El 17 de febrero cumplirá 70 años de edad. Actualmente está hospitalizado por baja de peso.
La bioserie de Telemundo José José, El Príncipe de la Canción, inicia el próximo lunes 15 de enero. El papel protagónico corre a cargo de Alejandro de la Madrid. Itatí Cantoral es Kiki Herrera, y la colombiana María Fernanda Yepes, Anel.