IMPULSO/ Agencia SUN
Washington
Los más altos responsables de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos reiteraron ayer su convicción de que el Gobierno ruso está detrás de los ciberataques perpetrados durante las elecciones norteamericanas y que Moscú constituye, por este motivo, una de las “grandes amenazas” para el país, publicó en su sitio de Internet el periódico El País.
El reporte periodístico indica que en una comparecencia en el Senado, los funcionarios dijeron que la intensidad de la injerencia rusa en el proceso electoral estadounidense de 2016 no tiene precedentes; también quedó claro que muchos republicanos no comparten la defensa cerrada de Moscú que insiste en hacer el presidente electo, Donald Trump.
“Rusia es un ciberactor pleno que constituye una gran amenaza al Gobierno estadounidense y a sus intereses militares, diplomáticos y comerciales, así como a la infraestructura crítica y las redes de recursos clave”, afirmaron el director nacional de Inteligencia, James Clapper; el jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Michael Rogers y el subsecretario de Defensa para Inteligencia, Marcel Lettre.
La peligrosidad rusa se debe a “su ciberprograma altamente ofensivo y a sus sofisticadas tácticas, técnicas y procedimientos”, explicaron en una declaración conjunta ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado, publicó el País.
Tampoco les cabe duda, agregaron, de que solo el Kremlin puede haber dado el visto bueno a estas actividades, tal como vienen afirmando desde octubre y reiteran en un informe que presentarán este mismo jueves al presidente Barack Obama y el viernes a Trump.
“Solo los más altos responsables de Rusia podrían haber autorizado los recientes robos y filtraciones de datos relacionados con las elecciones, en vista del alcance y sensibilidad de los objetivos”, subrayaron.
¿Cuál es el grado de confianza en estas afirmaciones? “Muy alta”, respondió Clapper, mientras los otros testigos asentían.
De vuelta al tema del nivel de responsabilidades a lo largo de la audiencia, el director nacional de Inteligencia dudó de que en Rusia pueda hacerse algo “políticamente sensible para otro país” sin la autorización expresa del presidente, Vladímir Putin.
Clapper, que entró en los serivicios de inteligencia a comienzos de los años 60, en plena Guerra Fría, sostuvo incluso que la interferencia rusa en estos comicios no tienen precedente.
“No creo haberme topado con una campaña más agresiva o directa para interferir en nuestro proceso electoral que el que hemos visto en este caso”, declaró y señaló que la injerencia rusa fue más allá del ciberespionaje y se vio también en propaganda y en la difusión de noticias falsas.
Los responsables de la inteligencia rusa declinaron revelar nuevos detalles sobre las pruebas que han llevado a las 17 agencias involucradas a señalar de forma unánime a Rusia por los ciberataques. Fuente: Diario de Juárez