IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
Luego de cinco años de espera, Jamiroquai se redimió ante sus fans mexicanos. El grupo británico Jamiroquai logró poner al público mexicano a bailar a pesar del mal clima. Luego de cinco años de espera Jason “Jay” Kay y compañía se hicieron presentes en punto de las 21:15 horas en el escenario de la Arena Ciudad de México para dar una lección de energía e interpretación.
A especie de guiño al cariño que siente por el territorio mexicano, el vocalista del grupo porto una chamarra estilo zarape de distintos colores, mismos que combinó con guantes y pantalones negros, así como una especie de corona electrónica que prendía luces y se abría y cerraba por momentos.
Con su característica energía y pasos de baile, “Jay” demostró que sus ganas de cantar y moverse siguen tan vigentes como en su juventud.
“¡Ciudad de México!”, fueron las primeras palabras del vocalista a un recinto que si bien se encontraba abarrotado en la zona general, dejaba ver muchos lugares vacíos en las gradas, algunos de ellos que se fueron llenando con el paso de los minutos, demora causada por la lluvia que sucedía en las afueras.
“Muchas gracias México, es bueno estar de regreso. Vamos a hacer una canción que hace muchos años que no tocamos, esto es Main Vein”, dijo antes de desfilar por el escenario de un lado a otro. Acompañados de tres coristas que portaban gafas y boinas, quienes al mismo tiempo tenían su propia coreografía, la agrupación desplegó éxitos de distintas etapas de su carrera musical.
Pese a que lo único que los acompaño en el escenario fue una pantalla horizontal sobre ellos que proyectaba distintas animaciones, así como luces que “bailaban” a la par del sonido de cada tema, la voz de su vocalista no defraudó.
Al anunciar que el siguiente tema de la noche sería Space Cowboy, el público respondió con un grito al unísono y la interpreto a la par del artista, quien en repetidas ocasiones dio vueltas sobre su eje y la factura de la energía le llegó al finalizar la canción, haciendo una pausa de unos segundos para recuperar el aliento, la noche continuo con un ritmo que transitó entre la música disco y el funk que tan bien dominan.
Algunos de los temas con los que la banda puso a bailar al público por casi dos horas que duró su show fueron Superfresh, Use the force, Runaway y Lovefool.
Con algunas complicaciones que hubo con el audio por momentos, la única pausa que hizo el grupo fue al final, para que luego de que el recinto se viera iluminado gracias a las luces de las 22 mil personas reunidas, volvieran para interpretar Virtual Insanity y demostrar por qué siguen siendo llamados los reyes del acid jazz.
