IMPULSO/ Redacción
Toluca
Para prevenir la mortalidad en recién nacidos y disminuir las secuelas neurológicas de la asfixia, el Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), en coordinación con el Voluntariado de la Secretaría de Salud Federal y Servicios Caritativos Sur A.C., capacitó al personal de salud en reanimación neonatal.
La directora general del ISEM, Elizabeth Dávila Chávez, recalcó que la asfixia es la principal causa de muerte entre los recién nacidos, por lo que médicos y enfermeras deben estar preparados ante cualquier eventualidad y tener un margen de maniobra para la reanimación oportuna y prevención de incapacidades permanentes.
En México, en el año 2003, se registraron dos millones, 701, mil 700 nacimientos y 20 mil 806 defunciones neonatales, siendo la asfixia la principal causa de muerte con 10 mil 277 decesos, lo que representa el 49.4 por ciento del total de todas las defunciones”, argumentó.
Abundó en que la mayoría de los eventos de hipoxia se presentan en la etapa fetal. Aproximadamente el cinco por ciento ocurre antes del inicio del trabajo de parto, 85 por ciento durante el parto y el 10 por ciento restante durante el período neonatal.
Dávila Chávez señaló que la etapa perinatal es la más vertiginosa, pues los cambios que ocurren son en tiempos cortos y repercuten en las adaptaciones y las posibilidades de sobrevida, por lo que las intervenciones del personal de salud en esta población son clave.
“Las condiciones, lapsos y tiempos para la adaptación fisiológica desde la vida intrauterina a la extrauterina deben darse de manera precisa. El recién nacido carece de autonomía y cualquier maltrato puede desencadenar un efecto dominó en la afectación de otros sistemas”, finalizó la Directora General del ISEM.
