IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
No todo fue amable en el show de Isabel Pantoja en Viña del Mar, ya que de pronto se tornó a las primeras filas de la Quinta Vergara en donde se encontraban sentados los jueces. Aunque no dijo nombres, les pidió respeto para escucharla, lo que inmediatamente generó el júbilo de todos y una gran polémica. Los medios señalaron que se trataba del mexicano Mario Domm, líder de Camila, y María Encarnación.
“Hay muchos sitios para hablar, no la primera fila y a un artista sea quien sea hay que respetarla y los amores vienen un poquito más tarde y las risas y los móviles y todo lo demás. Para todo hay tiempo y hay que sonreír”, indicó.
También se dio cuenta que en medio de ellos había una chica a la que conocía, la cantante y actriz argentina Lali Espósito, a quien aprovechó para saludar.
“Hizo de monja maravillosa, soy gran admiradora tuya y te respeto. Hiciste una telenovela íntegra, me encantó el final y por fin vi uno. Un fuerte aplauso para ella y para tus compañeros que por lo menos están intentando escuchar, les guste o no”.
Pero la molestia no terminó ahí, pues siguió con su discurso. “Mientras yo esté cantando pido a nombre de todos los artistas que tengan un poquito de respeto. Esta canción que voy a cantar es mi vida y si mi vida no la vais a tomar en serio, entonces mejor no la canto”.
Una noche más que emotiva fue la que vivió. El llanto en más de una ocasión y el recuerdo a Juan Gabriel la invadieron cuando hizo historia en el festival Viña del Mar, pues además de las tradicionales gaviotas de oro y de plata se le otorgó por primera vez la de platino, que originalmente estaba pensada darse a “El Divo de Juárez” como reconocimiento a su trayectoria, a quien se homenajeó en la noche que terminó al grito de: “Arriba Juan Gabriel, te amamos”.
“Como era de Alberto voy a pedir permiso para poner su nombre y el mío”, dijo y le dedicó un mensaje hasta donde esté: “Nunca dejaremos de escuchar tus canciones ni de recordarte artista, grande. Esto ha sido para él”.
Desde el inicio de la tercera jornada, el festival en su 58 edición proyectó un video de ciudadanos interpretando “Querida”, tema clásico de Juan Gabriel, ante los aplausos de miles de asistentes. Después los conductores Carolina de Moras y Rafael Araneda pidieron un minuto de silencio en honor al mexicano, que de no haber fallecido hubiera estado presente entre el elenco.
En el show más grande que se ha presentado en el festival, pues una orquesta de casi cien músicos se subieron al escenario de la Quinta Vergara junto a la española, ella regresó a los escenarios fuera de su país natal.
Entallada en un vestido negro con los hombros al descubierto, Pantoja apareció en punto de las 22:21 horas y mostrando en todo momento su temperamento extendió los brazos para recibir los aplausos de su público, que duraron cerca de un minuto. Con la mano en el corazón para agradecer, hizo una reverencia antes de dar inicio a su espectáculo con “Del olvido al no me acuerdo” y “Se me olvidó otra vez”, ambas escritas por su amigo Juanga, que emocionaron a todos quienes la acompañaron con sus cantos, por lo que terminó notablemente conmovida.
Con flores blancas sobre el piano en ocasiones acudía a tomar agua mientras se levantaba la falda de su vestido para mostrar su pierna. Siguió con “Buenos días tristeza”, siempre con elegancia y ya superados sus problemas legales por evasión de impuestos.
Los gritos de “ídola” no se hicieron esperar. “Todos a cantar a Juan Gabriel. Mi amor, te quiero hasta la eternidad”, le dedicó mientras incitaba a los asistentes a mover los brazos de un lado a otro.
Mientras imágenes de pétalos de rosas rojas se proyectaban en las pantallas, puso voz a “Hazme tuya una vez más”, para dedicar unas palabras.
“Soy una mujer de poco hablar, pero quiero dar gracias por haberme dado la oportunidad de por primera vez en mi vida poder pisar la Quinta Vergara. Para mí es un honor y para todos mis compañeros, los que se ven y los que no se ven, a las personas que han hecho posible este maravilloso festival. Hoy puedo cantar, que es lo unció que voy a seguir haciendo hasta que Dios me lo quite”, expresó antes de “Marinero de luces”, que dedicó con un beso al cielo dedicado a su fallecido ex esposo, el torero Paquirri.
“No saben cómo me palpita ahora mismo, no teneis ni idea”, dijo entre lágrimas y con un suspiro inició la famosa “Te lo pido por favor”, con los ojos cerrados disfrutando de su orquesta confirmada por músicos chilenos.
Así como cantó temas tristes también lo hizo con algunos felices y así lo manifestó en “Qué voy a hacer contigo”, mientras saludó a sus hijos presentes.
“Yo tengo que decirles algo, al principio no sabía si me iba a caer pero el micrófono no lo soltaba ni muerta. ¿El escenario se mueve o me muevo yo?”, preguntó para dar pie a “Pasó tu tiempo”.
Llegaba el turno a una canción que calificó como “su vida”, que escucharon en silencio. “Era mi vida él” no fue perfecta, porque Pantoja corrigió a la orquesta que tocaba otro tema. Todo se olvidó pronto, con “Ven a mi otra vez” y unos aplausos que le llegaron al alma.
Recibir dos gaviotas la puso alegre y se las dedicó a sus hijos y la familia que tiene lejos. Se dijo emocionada y frágil, más porque lo que seguía era volver a recordar a Juan Gabriel.
“Este poema es muy cortito y me lo hizo mi compadre Alberto, Juan Gabriel. Él mismo le dio título al disco porque lo hizo todo, menos poner mi voz. Hace dos años y medio fue y se llama Hasta que se apague el sol, es como él me quería, como yo lo quería a él y como luego quise a mis tres nietos a los que amo con toda mi alma”.
Como toda la velada no podía dejar de recordarlo, así que con pasos de baile y una versión muy flamenca hizo cantar a todos al ritmo de “Inocente pobre amiga” y “Hasta que te conocí”.
Una de las más esperadas, y hasta pedidas por el público, era “Así fue”, así que cuando sonaron sus primeros acordes de la misma no hubo quien no se levantara de sus asientos.
“Es la primera canción en el año 85 que me compuso para mí, dentro del disco Desde Andalucía, escrito, dirigido, grabado en El Paso, Texas, mi compadre Juan Gabriel. No las he pedido para mí porque da igual, pero por favor enciendan lo que tengan en la mano porque esta luz va para él”, confió para que las luces de los celulares en la Quinta Vergara se encendieran.
Para el final, y con la emoción al borde, dejó “Se me enamora el alma”, con un show de más de dos horas, pues concluyó a las 00:53 horas.