IMPULSO/ Daniel A. Pacheco Rojas
En 1988 la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) crearon el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que se encarga de analizar de forma exhaustiva, objetiva, abierta y transparente la información científica, técnica y socioeconómica para entender los elementos y los riesgos adherentes al cambio climático. Este organismo se compone de 3 grupos de trabajo: (1) bases físicas del cambio climático, (2) las posibilidades de adaptación y (3) de mitigación.
El IPCC recibió el premio Nobel de la Paz en 2007, sus informes han contribuido para establecer temas en común sobre el cambio climático en la agenda internacional. El IPCC es relevante para la política pero no es prescriptivo: El “First Assesstment Report” de 1990 aportó insumos para el establecimiento de la convención marco de las naciones unidas sobre cambio climático en 1992. El “Second Assesstment Report” de 1995 abonó para la firma del protocolo de Kyoto en 1997. El quinto informe de evaluación (2013/2014) condujo al acuerdo de París.
Las Cumbres del Cambio Climático se realizan todos los años, donde participan expertos, ONG’s o sociedad civil y los representantes de los Estados (los países o territorios son denominados las “Partes”). Este es el espacio para posicionar las agendas de los gobiernos a nivel internacional mediante la cooperación y acuerdos en materia ambiental. Estas cumbres se desarrollan en varios niveles, el primero es la participación de las ONG’s, luego los expertos y finalmente la Conferencia de las Partes (COP).
En la cumbre del cambio climático del 2015, se firmó por 195 Estados el Acuerdo de París, y entró en vigencia el 04 de noviembre de 2016. Este acuerdo sustituye al Protocolo de Kyoto, para generar mayor compromiso y responsabilidad entre las partes, entre los puntos más relevantes se encuentra mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los 2°C con respecto a los niveles preindustriales y las contribuciones financieras de las partes para proyectos sobre cambio climático.
En 2019, la administración Trump se retiró del Acuerdo de París, lo que demuestra la posición del Gobierno de los Estados Unidos en la lucha global contra el cambio climático. En junio de 2017, el presidente Trump dijo: “Perder el acuerdo de París ayudará a las industrias del petróleo y el carbón y a la generación de empleos… Fui elegido para representar a los ciudadanos de Pittsburgh, no a París”.
Ahora el liderazgo de China y la Unión Europea se observará en las próximas conferencias sobre cambio climático, donde el Acuerdo de París será el centro de discusión y negociación entre las partes. En diciembre de 2019, se llevará a cabo la COP-25 en España, donde las partes trabajarán juntas para la colaboración internacional y la acción climática, a pesar de la retirada de los Estados Unidos del Acuerdo de París.
Los tres grupos de trabajo del IPCC han programado entregar un sexto informe de evaluación (Assessment Report 6: AR6) en 2020/2021 y un “Synthesis Report” en 2022. Una de las características de este informe será el esfuerzo por establecer sinergias entre los conocimientos de las ciencias naturales y las ciencias sociales. Los retos para las futuras negociaciones internacionales será implementar acuerdos que puedan materializarse sin importar los cambios de liderazgo de los gobiernos. El reto para las economías en vías de desarrollo como México estará en implementar trayectorias de crecimiento económico que sean compatibles con la reducción de emisiones.
Twitter: @DanielPachecomx