IMPULSO/ Edición Web
Bali
Al menos 135 mil personas han sido evacuadas en los últimos días ante el aumento de la actividad sísmica del volcán Agung en la isla de Bali, que podría entrar en erupción en cualquier momento, según las autoridades de Indonesia.
El humo blanco y los temblores registrados en los últimos días llevaron a las autoridades a elevar al nivel más alto la alerta en la zona del Monte Agung. Desde entonces, se ha recomendado a decenas de miles de ciudadanos que abandonen sus casas ante el riesgo de erupción y de emisiones de gases.
Ante el temor de una inminente erupción, la cifra de evacuados ya duplica a la de residentes en la isla, que es de unos 62 mil.
“La gente fuera de la zona de peligro también ha acudido a los refugios. Esto se debe a que la gente no sabe la posición exacta del límite del radio prohibido. Además, existen factores psicológicos por el peligro de erupción”, explicó el director de información de la BNPB, Sutopo Purwo Nugroho.
Las autoridades comenzaron a colocar señales para indicar la zona de seguridad y sirenas móviles con un alcance de hasta dos kilómetros para alertar a la población. Además, tuvieron que esforzarse en convencer a los vecinos que se negaban a abandonar sin su ganado este perímetro de seguridad establecido.
La Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BPBD) ha situado a los miles de desplazados en 508 refugios habilitados en centros como escuelas y edificios gubernamentales en localidades vecinas y también ha facilitado tiendas de campaña.
Con las reservas de alimentos, aguas, medicinas y otros suministros al completo, las personas desalojadas se preparan para un largo periodo de tiempo antes de poder regresar a sus hogares por el riesgo derivado de la actividad volcánica.
Las autoridades también han señalado que hay unas 30 mil cabezas de ganado dentro de la zona de peligro alrededor del volcán y han asegurado que están realizando esfuerzos por trasladar al ganado, que es una importante fuente de ingresos para muchos residentes.
El Centro de Vulcanología y Mitigación de Peligros Geológico, que tienen el nivel de alerta en 4, que es el máximo grado posible, prevé la posibilidad de que se produzcan terremotos en los dos días posteriores a la posible erupción.
La última vez que el Monte Agung entró en erupción fue en 1963 cuando arrojó ceniza a más de 20 kilómetros de alto y ríos de lava de hasta 7.5 kilómetros de distancia, provocando la muerte de al menos mil 100 personas.
Una superviviente de aquella erupción dijo que en esta ocasión las instrucciones de evacuación han llegado mucho antes.
“En aquel momento (durante la erupción de 1963) no fuimos evacuados hasta que la situación no fue realmente peligrosa. La vida siguió con normalidad mientras las cenizas y la lava estaban cayendo sobre nosotros, hasta que la gran lava salió y lo destruyó todo”, narró Gusti Ayu Wati, de 82 años.
Indonesia cuenta con unos 130 volcanes activos, más que ningún otro país. Muchos de ellos muestran un nivel elevado de actividad, pero pueden pasar semanas o incluso meses antes de que se produzca su erupción.
El archipiélago indonesio se asienta dentro del denominado “Anillo de fuego” del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por miles de temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.
El pasado día 21 de septiembre, BNPB indicó que la actividad del volcán es similar a la registrada antes de la erupción de 1963, que causó más de mil muertos. NOTICIEROS TELEVISA