con un mexicano conectando imparable
Agencia SUN/CDMX
La nueva temporada de beisbol comenzó en Corea del Sur este martes con el sonido de la pelota golpeando en el guante del receptor resonando alrededor de estadios vacíos.
Después de un retraso de unas semanas debido a la pandemia de coronavirus, los ampáyers llevaban máscaras protectoras y las porristas bailaban debajo de filas de asientos desocupados mientras el beisbol profesional volvía al campo.
Había muchas caras en las gradas en al menos un estadio, pero eran fotos en lugar de gente real porque los aficionados no están permitidos en las sedes, al menos por ahora.
En cambio, era fácil escuchar a los jugadores aplaudiendo y gritando desde los dugouts. Y fue un alivio para los aficionados que miraban desde casa en un país que ahora está tratando de volver lentamente a la normalidad pre-Covid-19 en medio de una disminución de la carga de casos.
Las ligas de futbol profesional del país comenzarán el viernes, también sin espectadores en los estadios.
Como una de las primeras competiciones deportivas profesionales más importantes del mundo en volver a la acción en medio de la pandemia, la Organización de Beisbol de Corea ha empleado diversas medidas preventivas encaminadas a crear entornos de juego seguros.
Los jugadores y entrenadores pasarán por las pruebas de fiebre antes de entrar en los estadios, mientras que los árbitros y los entrenadores de primera y tercera base deben usar máscaras durante los partidos. Se prohíbe a los jugadores firmar autógrafos o compañeros de equipo de alta fidelidad con las manos desnudas.
Se prohibió masticar tabaco para evitar escupir, mientras que se necesitarán máscaras y guantes de látex en las instalaciones de entrenamiento.
Los aficionados serán excluidos de los juegos hasta que el KBO está convencido de que el riesgo de infección se ha minimizado.
