IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Aunque la administración de Andrés Manuel López Obrador busca revitalizar a la industria petrolera del país, los pronósticos sobre los ingresos que dejará el crudo durante su sexenio serán menores que los esperados para 2018.
De acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica, los ingresos petroleros dejarán una derrama de un billón 44 mil 956 millones de pesos durante el próximo años, es decir, el equivalente a 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB).
La participación de la renta petrolera para 2019 será similar a la de este año, cuando también se espera que llegue el equivalente a 4.2% del PIB.
Sin embargo, para los siguientes años la proporción será menor. Para 2020 caerá a 3.7%; un año después a 3.5%; en 2022, aumentará a 3.8%, y para los dos últimos años del sexenio participará con 3.9%.
El documento de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público destaca que la diferencia entre lo que contribuirá en 2024 respecto a 2019 será 0.3 puntos porcentuales menos.
Este dinamismo que calcula la dependencia a lo largo del sexenio se da pese a que el gobierno de López Obrador apostará por revivir a la industria petrolera, lo cual se dejó ver con la asignación de más recursos al presupuesto de Petróleos Mexicanos (Pemex).
A la empresa productiva del Estado se le aprobaron 464 mil 602 millones de pesos para ejercer durante 2019, una cifra que es 14.1% mayor a los 407 mil 74 millones que le avalaron para gastar en este año que está por concluir.
Panorama poco alentador. Las perspectivas sobre el comportamiento de las variables relacionadas con el sector petrolero y las finanzas públicas son moderadas en los próximos años.
Para 2019 se aprobó un precio del petróleo de 55 dólares por barril, pero para los años subsecuentes la cotización será menor: en 2020 se prevé de 53 dólares, entre 2021 y 2023 de 51 dólares, y para el último año del sexenio, de 52 dólares.
Sin embargo, esto irá acompañado de una revitalización en la plataforma de producción del petróleo, que si bien en el primer año de gobierno de López Obrador estará por debajo de los 2 millones de barriles diarios, se prevé que a la mitad del sexenio retome ese nivel.
En 2019 la expectativa es que se extraigan un millón 847 mil barriles diarios; un año después, un millón 820 mil; en 2021 sube a un millón 877 mil. En 2022 alcanzará el nivel de 2 millones 118 mil, al siguiente ejercicio, 2 millones 276 mil, y en 2022, cerrará en 2 millones 408 mil.
Objetivos trazados. Una de las razones por la que el gobierno entrante busca apoyar a Pemex y revitalizar a la industria es porque el fomento al sector energético debe ser una palanca para el desarrollo nacional, detalló en el documento de la Estrategia Programática de la empresa productiva del Estado.
La mayor inyección de recursos pretende promover la modificación del esquema para ampliar la capacidad del Estado en la exploración y producción de hidrocarburos.
Por tal motivo, los mayores recursos son para fortalecer la capacidad de ejecución de Pemex, incrementar las reservas y tasas de restitución de hidrocarburos; elevar el índice de recuperación y la obtención de petróleo crudo y gas natural, así como fortalecer el mercado de gas natural mediante el aumento de la producción y robustecimiento en la infraestructura de importación.
Otro aspecto clave, es incrementar la capacidad y rentabilidad de las actividades de refinación, y reforzar la infraestructura para el suministro de petrolíferos en el mercado nacional con la rehabilitación de las seis refinerías y el inicio de la construcción de una nueva.