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Toluca
Ante el aumento del precio de los combustibles, el precio de la canasta básica pasó de mil 254 pesos el 31 de diciembre de 2016 a mil 292 pesos con 50 centavos en un mes, tomando como referencia los precios de los mismos productos levantados ayer por Excelsior, lo que representó un incremento de 38 pesos con 50 centavos.
Este encarecimiento es casi igual a la inflación registrada en productos y servicios durante todo 2016, la cual se ubicó en 3.3 por ciento de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El levantamiento de precios indica que los productos que registraron mayor incremento en el primero mes del año fueron el limón, cuyo kilo pasó de 20 pesos el 31 de diciembre de 2016 a 23 pesos el 31 de enero de 2017, lo que representó un aumento de 15 por ciento; le sigue el kilo de manzana que transitó de 40 a 45 pesos en el mismo periodo, lo que significó un alza de 12.5 por ciento. Mientras que el kilo de tortilla, pasó de 12 a 13 pesos en el último mes, lo que significó un aumento de 8.3 por ciento.
Los especialistas coinciden en que los ajustes de precios de diferentes productos de consumo general fueron provocados por la liberación del precio de la gasolina y el fortalecimiento del precio del dólar, factores que harán que el costo de la canasta alimentaria se eleve arriba de la inflación.
“El panorama de los precios de los alimentos es al alza, pero ante el bajo consumo, derivado del limitado poder adquisitivo de los mexicanos, productores y comerciantes tendrán que absorber parte del costo para lograr que se desplacen las mercancías”, indicó Alfredo Neme, presidente del Consejo Nacional de Alimentación.
Sin embargo, el pasado 9 de enero, la iniciativa privada mexicana suscribió el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar con el gobierno federal, en el que se comprometió a ser responsables en los ajustes de precios.
Al respecto, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, destacó que “el compromiso no fue asumir el impacto de las nuevas tarifas de los combustibles sino buscar ahorros, eficiencias y productividad para modificar los precios finales en la menor proporción posible”.
La Secretaría de Economía precisó que los ajustes deben ser mínimos, por ejemplo, de no más de 5 centavos en el kilogramo de tortillas. Para evitar abusos a los consumidores, la Procuraduría Federal del Consumidor intensificó la verificación de precios.
Con información de Vanguardia y Excelsior