IMPULSO/ Leonor Sánchez Sánchez
Toluca
La informalidad laboral sigue siendo un problema, no sólo para el Estado de México sino para el país, de ahí la importancia de que el trabajador reconozca las ventajas de organizarse para defender sus derechos, señaló el presidente del Congreso Laboral del Estado de México (CLEM), Óscar Moreno Moreno.
La informalidad laboral, como la conciben instituciones gubernamentales como el Instituto Nacional de estadística y Geografía (INEGI), apenas revela el problema, pero seguramente puede ser mucho mayor.
La Tasa de Informalidad Laboral, entendida como la proporción de la población ocupada, que es laboralmente vulnerable por la naturaleza de la unidad económica para la que trabaja, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo, fue de 56.3 por ciento en enero de este año, cifra inferior a la de un mes antes, y menor en 0.5 puntos respecto a la de igual mes de 2018.
Moreno Moreno advirtió lo lamentable que representa el hecho de que más de la mitad de los empleos se encuentren en esta circunstancia y sobre lo cual poco puede hacer el trabajador, debido a su necesidad de tener un ingreso.
“Son empleos donde no existe seguridad social, vacaciones, día de descanso obligatorio, respeto de jornada de 8 horas o pago de horas extras, en caso de que les hagan trabajar más de ocho horas, entre muchos otros beneficios que sólo los trabajos de empresas formalmente establecidas respetan”, concluyó.