Diciembre 24, 2024
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IMPULSO/Luis Miguel Loaiza Tavera

Muera el PRD, viva el PRD?

Las declaraciones del presidente del PRD Miguel Granados Covarrubias respecto a cambiar de nombre al partido vertidas desde julio del presente año en virtud al escalofriante descalabro sufrido en la elecciones de este año, hoy más que nunca cobran fuerza y desatan las opiniones en favor y en contra de tal “reflexión profunda”, adjetivo con el que se definió a la debacle izquierdista.

Parece (y lo es) doloroso para los líderes identificados con los principios de izquierda, aunque no tanto para aquellos que ocasionaron que el partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas SolórzanoPorfirio Muñoz LedoIfigenia MartínezAndres Manuel Lopez Obrador, entre otros y miembros históricos de la Izquierda como Heberto CastilloGilberto Rincón GallardoAmalia Garcia entre muchos otros políticos de la izquierda mexicana, tenga ahora que luchar por evitar la desaparición total y tratar de rescatar un poco de la esencia de la izquierda mexicana que partiera desde las bases del PMS.

Algunos fracasados líderes como Omar Ortega del Estado de México dicen que defenderán las siglas y colores de su partido y aquí resaltamos “su” partido, pues les ha permitido tener canonjías y cotos de poder que no lograrían en otro lugar.

Omar Ortega el flamante líder estatal del sol azteca, creyó que su discurso positivista era más que suficiente para lograr triunfos aplastantes y hasta se dio el lujo de repartir como botín las posiciones perredistas a militantes de otros partidos dejando a un lado a quienes por años buscaron una oportunidad.

La famosa ola amarilla de Omar Ortega se tradujo en dos diputaciones locales en todo el territorio mexiquense, pero esto en lugar de motivarlo a renunciar con honor, le impulsó a culpar a líderes, corrientes y medios de comunicación, ahora que dice que defenderá las siglas de SU partido como perro, se ha ganado las burlas y desaprobación de las bases perredistas quienes no entienden cómo un frustrado líder puede auto engañarse en un cargo en el actual demostró inmadurez.

No es posible que quien nombró a un priista como coordinador de la campaña municipal en Coacalco, por citar un ejemplo, y cedió la candidatura de una diputación a la hija de la secretaria municipal priista en funciones, ahora pretenda rasgarse públicamente las vestiduras y exhibir un amor por su partido que nadie, no exagero, nadie le cree.

Corrientes como Nueva Izquierda mataron al partido poco a poco, con negociaciones realizadas bajo la mesa con el partido en el poder, desde el famoso Pacto por México hasta convertir a sus diputados en simples levantadedos apoyando a gobernantes priistas.

Algunas corrientes como Iniciativa Galileos, desde julio también denostaron el accionar del partido y gente como Alejandro Gamiño, exigieron cuentas a los líderes estatales, además hablaron de lo difícil que es revivir a un muerto y la necesidad de crear una nueva opción.

Ahora a este pandemónium se suma un nuevo elemento: la posibilidad de que el último bastión perredista conocido como lo es Cd. Nezahualcoyolt, pudiera dejar de serlo ante el creciente rumor de que el señor de las ligas, convenza a De la Rosa, actual alcalde electo por el frente a convertirse en un militante más de Morena, así es parece que René Bejarano ha hecho una buena labor  de operación política y trata de convencer al edil y a líderes perredistas de abandonar a su incipiente instituto político y adherirse a la fuerza morenista, de realizarse eso el PRD se quedaría sin representación municipal y el otrora poderoso Juan Zepeda quedaría huérfano en el sentido político. Y es que ni Zepeda ni Héctor bautista serían acogidos por Morena por haberse negado a apoyar a Delfina Gómez en la elección para gobernador del Estado de México en 2017. La fraticida lucha entre ADN y Nueva Izquierda trae su pago y este cambio es parte de ello, ni hablar.

DATO

Juan Hugo de la Rosa en Neza, Octavio Martínez en Ecatepec, además de Alejandro Gamiño en Coacalco son los últimos escaños perredistas connotados.