IMPULSO/Elecciones
Luis Miguel Loaiza
A ocho meses de la próxima elección, en la que se elegirá desde presidente de la República hasta ayuntamientos, pareciera que el evento está a tres meses, por lo menos es lo que piensan los actores políticos que urgen de promoción y organización estructural. En Ecatepec, se habla de una disputa interna entre las huestes del ex gobernador Eruviel Ávila Villegas y un colofón de priistas que quiere evitar la hegemonía del oriundo de San Pedro Xalostoc.
Pese a quien le pese, Eruviel tiene el tacto para reorganizar un partido que está verdaderamente partido, el PRI no lo es todo con su edificio nuevo, necesita de alguien que ponga orden y le agregue rumbo definido para evitar que haga el ridículo como sucedió en la pasada elección donde fue vapuleado por Morena y para ello Eruviel se la pinta solo.
La actual dirigencia tricolor en el municipio del dios del viento no ha sabido conducir los destinos del PRI local, de hecho antes, durante y después de la elección solo ha ocasionado división entre la estructura tradicional y el resultado saltó en las urnas, votación que se logró gracias a los cambios de última hora y el despojo de derechos de quienes elección tras elección se la han jugado con su partido, dejando como responsables a seudo líderes sacados de la imaginación del presidente municipal Indalecio Ríos y de Guillermo Fragoso, alcalde y líder priista, respectivamente, ahora las baterías de la base podrían enfocarse hacia el candidato que impulse Ávila Villegas y bien podría ser su hija Isis Ávila, ex titular del DIFEM y con la experiencia necesaria y la tutela de su padre podría ser una fuerte aspirante a ser la primer mujer que gobernara al municipio más poblado de Latinoamérica, pero para llegar habrá que solventar ajustes mediáticos con grupos como el que encabeza Pablo Bedolla que quiere regresar al poder o en su caso impulsar a un propio que podría ser el exsecretario municipal Sergio Díaz, muy conocido por fallarle a sus amigos cuando fue presidente municipal por ministerio de ley.
Por el otro lado, en la izquierda que cobra con la derecha, hay caballada flaca, Octavio Martínez Vargas se perfila como el más viable candidato por el frente conformado por PRD-PAN, pero hay dirigentes panistas que coquetean con otros importantes actores como el ex alcalde José Luis Gutiérrez Cureño, quien ahora está ocupado en la selección interna por Morena.
El primero perdió su gran oportunidad de ser alcalde al creer que su organización (FPI) le bastaría para ganar apoyada por Nueva Izquierda, dejando de lado a las tribus solaztequistas, el resultado fue un rotundo fracaso y la votación más baja lograda por el PRD en su historia.
El segundo, Gutiérrez Cureño iría por su cuarta oportunidad, ya sea con Morena o por la alianza, logró la diputación federal en 1997, perdió la alcaldía en 2000 con el efecto Fox, ganó en 2006 con el efecto AMLO y en 2012, volvió a perder a pesar de haber superado los 260 mil votos, ahora el destino parece darle una nueva oportunidad, ya con una experiencia por demás inobjetable pues el no tener cargo público no le detuvo y es consejero de la Asociación de Autoridades Locales de México (AALMAC) y Presidente de la Coordinadora de Ex Alcaldes de la misma, además de ser el único mexiquense que participa con autoridades de la ONU.
El único obstáculo para que Cureño sea candidato tiene nombre: GAP, así que deberá esperar a que termine el proceso interno para designar a los coordinadores municipales y que al momento lleva delantera Fernando Vilchis y esperar a que la dirigencia nacional lo coloque dentro de la quinteta que será calificada mediante encuesta libre en Ecatepec, es decir, para ello falta que llueva.