Diciembre 23, 2024
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IMPULSO/Luis Miguel Loaiza Tavera

Acabar con el SUTEyM o crecerá el monstruo, reto de Morena

Hablar del SUTEyM es hablar del sindicato más fuerte de la entidad, de los que significó por décadas un coto de poder para el partido tricolor y un importante medio de promoción y captación de votos, un sindicato que se volvió acéfalo con sus dirigencias impuestas por el gobernador en turno, dirigencias que no sólo se convirtieron en un sistema de manipulación, sino de supuestos desvíos de cuotas y de personal para trabajo de campaña, dirigencias que se hicieron millonarios por las canonjías logradas a través del poder adquirido.

Muchos de los dirigentes sindicales en municipios grandes o de la misma cúpula estatal pasaron de líderes a diputados, algunos fueron presidentes municipales o, por lo menos, candidatos. El SUTEyM fue un monstruo al que nadie osaba enfrentar, pero que siempre fue necesario tener del lado del Gobierno estatal y municipal cuando el PRI gobernaba, pero, cuando lo hacía un partido de oposición, se convertía en “la piedra en el zapato de los alcaldes”.

Gracias a la manipulación estratégica, se endeudó con miles de millones de pesos a los ayuntamientos con laudos que rebasaron lo humanamente imaginable, secretarias que, al perder su partido en las elecciones, recibieron incrementos de sueldo de cinco y hasta seis mil por ciento, sabedores de que las iban a despedir y podrían realizar millonarias demandas.

Luego de la arrastrada electoral que sufrió el Tricolor en las pasadas elecciones, perder la mayoría de ayuntamientos y la misma Legislatura federal, una de las primeras acciones del titular del Ejecutivo estatal fue impulsar una nueva ley que servirá para dos importantes situaciones: una, desquitarse de “la traición” de los suteymistas al no garantizar el triunfo de los candidatos tricolores en sus municipios, pues en la mayoría ni ellos votaron por esos candidatos; segunda, generar condiciones para evitar que las posibles auditorías dejen en problemas a los tradicionales dirigentes y, por ende, se descubra la complicidad con los gobiernos para el uso discrecional de recursos.

La nueva ley obligará a los nuevos empleados a ir subsanando la crisis económica que vive actualmente el poderoso sindicato, pues, dentro de los ajustes, cada nuevo empleado tendrá que erogar casi un cinco por ciento más a lo ya establecido y no sólo eso, sino que también los nuevos ayuntamientos tendrán que aumentar sus aportaciones.

Las supuestas ventajas a mediano y largo plazo que esgrime el Gobierno estatal son sólo un espejismo que busca manipular lo que realmente está detrás de la misma, que será un tema de suma importancia para que se analice y pueda ser revocado o modificado por la próxima Legislatura.

Sin especular, yo veo una impresionante oportunidad para terminar con ese ente de control y buscar alternativas, es decir, la constitución de un nuevo sindicato que llegue a frenar los vicios ya establecidos, que se creen sindicatos municipales o quizás uno independiente a nivel estatal, pero urge un replanteamiento para generar condiciones de mejora para los miles de empleados adscritos al SUTEyM.

En los foros de constitución de la próxima agenda legislativa, podría tomarse el tema de manera muy seria y desarrollarse junto con los trabajadores y ayuntamientos que iniciarán labores en enero, para encontrar las opciones más viables para proteger a los empleados y terminar con ese flagelo.

El PRI perdió el Gobierno, pero habrá que aplicarse para arrebatarle también el poder y eso será una batalla épica en lo legal, en lo político y en lo económico, pues los acuerdos generados con proveedores, por citar un ejemplo, son de millones de pesos para contratado y contratista, las licitaciones manejadas de forma discrecional se constituyeron en la mejor manera para ganar dinero con aparente legalidad.

Acabar con los cotos de poder de cada lidercillo le costará conflictos a los nuevos gobernantes, pero tendrán que enfrentarlo si quieren de verdad hacer un cambio en la forma de gobernar y, créalo o no, el pueblo estará muy atento a los resultados que de ello se logren y apoyará en mucho a sus nuevos alcaldes si deciden enfrentar a esa medusa llamada SUTEyM.

DATO

Jorge Omar Velázquez es uno de muchos ejemplos de dirigentes suteymistas que se convierten en diputados.