IMPULSO/Luis Miguel Loaiza Tavera
La corrupción de todos los días
La corrupción, como ente, ha sido y será el tema de moda para cualquiera que se diga político, fue bandera de AMLO y de cada uno de los que participaron en la contienda electoral pasada, sin embargo, tendrán la oportunidad de demostrar en los hechos que realmente vienen a tratar, reitero, tratar, de erradicar el viejo vicio que tanto mal causa a la sociedad.
Interesante será saber cómo podrá subsistir un Gobierno local sin sus diferentes áreas de caja chica, es decir, dinero obtenido de manera ilegal y que las más de las veces no ingresa a la Tesorería Municipal, el caso de los jueces calificadores, quienes reciben miles de pesos cada fin de semana por faltas o supuestas faltas administrativas y que cobran sin la expedición de un recibo oficial foliado; los “entres” con los policías municipales que incluso siembran elementos raros en las víctimas; la famosa “mordida” con los agentes de tránsito; las cuotas a los inspectores de tianguis, mercados y vía pública; las aportaciones económicas y en especie a los inspectores de obra pública; los regalitos para la agilización de trámites en todas y cada una de las áreas administrativas; Los aportes para la aprobación de permisos, el pago discrecional para poder abrir negocios (tanto en las oficinas de predio, uso de suelo, licencia y hasta P.C), etc., etc. y muchos etecéteras más, la pregunta sigue en el aire, ¿cómo erradicar esa práctica dolosa que por muchos años ha sido el común denominador de cada administración?, es imposible que de pronto lleguen los nuevos alcaldes morenistas y de tajo pretendan acabar con ese mal compartido entre funcionarios y ciudadanía.
Sin embargo a nivel particular los nuevos podrían ir desarrollando por área una depuración a fondo para cumplir el sueño guajiro de acabar con las corruptelas y no crea usted que se salva área alguna, pues en las de salud, educación y hasta comunicación social se realiza también una ámplia gama de formas de atraer dinero de la forma más burda que se pueda imaginar, aunque también hay que reconocer que otras son algo inteligentes aprovechando que nadie vigila la aplicación de recursos municipales.
Quién vigila que el sector salud funciones como es debido? Nadie, está el caso de las agüitas inyectadas en Veracruz o el funcionamiento de los centros de salud en cada municipio, donde sólo se cumple con la atención de un mínimo de pacientes y la medicina desaparece mágicamente cuando de casualidad la hay, por ello los doctores y demás empleados municipales han hecho el gran negocio instalando sus propias farmacias, a donde llegan los medicamentos sustraídos de los centros de salud y luego son vendidos a los pacientes o los convenios con determinados laboratorios quienes a cambio de una comisión reciben el 100% de los estudios dictaminados en esos lugares.
Un caso reciente es el famoso salario rosa que fue instaurado de inicio en las estructuras partidistas con miras a fortalecer su accionar para el proceso electoral, pero que de nada sirvió ante la arremetida morenista y el hartazgo de la población.
La corrupción es en todos los niveles de gobierno y en breve se habrán de destapar varias cajas de pandora que, lamentablemente, afectarán la ya de por sí afectada imagen del gobernador Alfredo del Mazo, pues las investigaciones que debieran realizar para evitar el escarnio público no se realizan por intereses políticos y cada vez son más los datos que llegan a los periodistas que no tienen canonjías con el gobierno estatal y publican lo que deben.
Actualmente al gobernador lo tienen en una burbuja de cristal con la falsa idea de que todo funciona inmejorablemente, se le llenan los ojos con notas de relumbrón pagadas, pero no se le permite saber lo que realmente sucede en su entorno político y social y tarde que temprano esa bomba va a explotar y el hilo se romperá por lo más delgado.
La labor de los encargados de la imagen del titular del ejecutivo estatal está mal manejada, pues se aplican los vicios de administraciones pasadas pagando por la forma y no por el fondo, rentando gacetas (ya oficiales) y evitando a quienes generan opinión, es lamentable que no se tenga un proyecto interactivo de promoción real o por lo menos no se vislumbra por ningún lado y cuando se den cuenta la bola de nieve habrá crecido hasta convertirse en una avalancha incontenible… al tiempo.
DATO
Cuando Peña Nieto fue gobernador, invirtió el 67.16% del presupuesto total en dos televisoras, el resto, en 87 diferentes medios de comunicación.
