IMPULSO/ Luis Miguel Loaiza
INSABI, oportunidad para desquitarse de AMLO
El Seguro Popular creado en la administración foxista y que tenía la encomienda de hacer válido el derecho universal de la salud, nunca cumplió las expectativas, pues la salud es un problema nacional y por lo menos 65 millones de personas, cerca del 50 por ciento de los mexicanos, no gozan de un servicio adecuado en las instituciones existentes, llámese IMSS, ISSSTE, ISEMyM, etc, incluido el ente ya mencionado.
Entre la marginación del sector salud federal o estatales, se habla de por lo menos 2º millones de personas que no han tenido la oportunidad de acceder a ninguno de los servicios existentes, colocando a México en un lugar no privilegiado en la materia.
Sin entrar en detalles sobre la creación del INSABI, es claro que la llamada “mafia del poder” fue afectada y no solo al pulpo farmacéutico, sino a todas aquellas empresas que por años se enriquecieron triangulando o siendo intermediarios en la adquisición y venta “autorizada” de medicamentos y equipo médico al sector salud.
Al verse con las manos amarradas en su lucrativo negocio, durante los últimos meses se generaron un sinfín de campañas desacreditando la operación y manejo del ente que sustituiría al Seguro Popular, generando desinformación, psicosis y hasta molestia entre la población poco o nada enterada de las cuestiones administrativas y políticas alrededor.
La realidad es que en materia de salud pública, México está menos que en pañales en comparación con otros países y hasta gobiernos centroamericanos o del Caribe tienen una mejor atención pública de salud, la carencia de medicamentos, el encarecimiento de los mismos y la manipulación para el consumo no controlado, generando males consecuentes; la falta de atención en cuanto a especialidades; la miles de muertes por el destiempo en la atención fueron solo uno de tantos errores que obligaron a una revisión y transformación del sector salud, que, dicho sea de paso había pasado al control de los gobiernos estatales, pues aunque programa federal, los gobiernos de cada Estado tuvieron que solventar sueldos de médicos y enfermeras.
Hoy, a unos días de haberse instaurado el INSABI, se conoce que su apertura ha servido para realizar acciones de descrédito y en el caso concreto del Estado de México, cientos de médicos fueron despedidos sin previo aviso en la época decembrina, sabedores de que no habría eco en la opinión pública, precisamente por los festejos familiares.
Se informa al columnista que posterior a la navidad, se negó el trabajo a docenas de trabajadores de la salud, muchos de ellos con más de media década de servicio y sin respetar sus derechos laborales, es decir, sin indemnización alguna, la única explicación fue que por culpa del INSABI y del presidente de la república, cientos de familias se quedaría sin dinero en esta importante época, las redes sociales por supuesto, fueron aprovechadas para hablar de la inconformidad de los despedidos y a través de insidioso proyecto se trató de viralizar “la injusticia” en la creación del INSABI y es promesa presentar los pormenores de casos extremos en una afrenta a la Ley Federal del Trabajo, los Derechos Humanos y lo que resulte.
Ahora a enfrentar los siguientes ataques de las empresas intermediarias en la adquisición de fármacos, hospitales privados a dónde eran canalizados quienes no alcanzaban con el Seguro Popular sus padecimientos, viene fuerte oleaje, pues es obvio que en este sexenio no se alcanzará la meta, pero lo que sí es una realidad es que se sentarán las bases para una mejor salud de los mexicanos.