IMPULSO/David Esquivel
Tultepec
El artista plástico fallecido el lunes fue un gran defensor de la escultura en acero inoxidable, ya que lo consideraba un material idóneo para expresar los rasgos que distinguen a México en el mundo.
El artista plástico, precursor de la escultura en acero inoxidable en México y a nivel internacional, Miguel Hernández Urbán, falleció en su domicilio de Tultepec a los 80 años de edad. Ayer martes, las autoridades municipales y artistas plásticos le ofrecieron un homenaje luctuoso de cuerpo presente frente al Palacio Municipal de esta localidad.
Miguel Hernández Urbán fue despedido por sus paisanos como un ilustre habitante de Tultepec porque hizo historia en las bellas artes a nivel nacional e internacional, además de formar parte de un elenco de grandes escultores y pintores, ya que fue asistente de David Alfaro Siqueiros y del pintor José Chávez Morado, además de maestro en la Academia San Carlos, donde cursó los estudios de la carrera de escultura, asimismo, se formó en la Escuela de Artes Plásticas dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante la ceremonia luctuosa, familiares, amigos, autoridades municipales y pobladores escucharon el estruendo de 21 cohetones y la suave música interpretada por una orquesta instrumental, así despidieron al maestro plástico, quien falleció en su domicilio el lunes 13 de noviembre.
El alcalde Armando Portugués Fuentes reseñó la vida y obra del fallecido, quien deja un gran legado escultural en el país y en el extranjero. Entre sus obras destaca la escultura monumental del General Lázaro Cárdenas del Río en la ciudad de Jiquilpan.
El maestro Miguel Hernández Urbán nació en Tultepec en 1936, sus padres fueron Brígido Hernández Enciso y Elvira Urbán Vázquez, ambos originarios de Tultepec y dedicados al comercio, informó la cronista municipal Juana Antonieta Zúñiga Urbán.