IMPULSO/ Edición Web
Tailandia
Un hombre que visitaba un templo en Tailandia, en la provincia de Phetchabun, se acercó un refugio de osos, y estuvo burlándose de ellos, al ofrecerles comida atada a una cuerda, y cuando ellos se disponían a tomarla, se las retiraba.
A sus 36 años, Naiphum Promratee se divertía cuando la furia de los animales se hizo presente y un oso lo alcanzó con las garras, precipitándolo al vacío.
Al perder el conocimiento momentáneamente, debido a la caída, fue mordido en diversas ocasiones e inclusive arrastrado por el oso.
Testigos trataron de quitárselo ayudados con un palo y cubetadas de agua, pero los intentos fueron infructuosos.
Uno de sus amigos de metió a salvarlo; lo reportan fuera de peligro.