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Hashtag:ConLosNiñosNo

IMPULSO/ Gonzalo Vaca

Cuando al hijo de la pareja presidencial le denominaron insanamente “chocoflan” por el modelito en su cabello y peinado, de inmediato se desató la jauría en defensa de “los derechos de los niños” y hasta promovieron desde las redes oficiales y oficiosas el hashtag  ConLosNiñosNo. Hasta aquí todo bien, porque efectivamente los menores de edad deben ser protegidos de las aberraciones de los adultos.

Una de las aberraciones más recientes fue la desaparición de las estancias infantiles; esas guarderías en donde las mamás trabajadoras llevaban a sus niños para que recibieran alimentación, convivencia y aprendizaje.

Eran alrededor de 300 mil menores de entre 1 y tres  años de edad quienes se beneficiaban con este muy noble programa de asistencia social y por considerarse “una amenaza política”, el gobierno del autoritarismo decide -con una simpleza que asusta- perjudicar a los niños de por lo menos mil 500 municipios a nivel nacional y dar por concluido este importante apoyo gubernamental.

Otra de las aberraciones fue cerrar los comedores comunitarios a los que diariamente acudían, con sus papas, poco más de 500 mil menores a recibir una pírrica dotación de leche, pan y suplementos nutricionales que si bien no eran la mejor solución al hambre, sí eran un apoyo muy importante para casi dos millones de personas.

Los comedores comunitarios fueron una cruzada igualmente importante para combatir la desnutrición y ayudar a los sectores más vulnerables como siempre lo han sido aquellos que viven en las comunidades rurales más alejadas de las grandes urbes.

Este programa tenía como objetivo y lo cumplía con creces al mejorar las condiciones nutricionales de la población infantil, niñas y niños de 0 a 11 años de edad; mujeres en gestación y lactantes. Además apoyaba a personas con alguna discapacidad y adultos mayores de 65 años; es decir aquellos más desprotegidos.

Pues, igualmente por considerar una amenaza publica a este tipo de programas y, sobre todo a las organizaciones sociales detrás de ellos, la presidencia de AMLO, decide darlo por terminado, así porque sí.

La más reciente de las aberraciones de la transformación del mesías tiene que ver con la cancelación de las pruebas de tamiz a niños recién nacidos. En México cada año nacen alrededor de dos millones de bebés y todos en condiciones muy diferenciadas.

Las pruebas de tamiz, están obligadas y son tan importantes que pueden ser la diferencia ente un niño con oportunidades y desarrollo como el mejor, o un niño con retraso metal y aptitudes como el peor. Esta prueba era obligatoria su aplicación en todas las unidades de salud públicas, de manera gratuita.

Para conocer el alcance del daño que causará a los mexicanos del presente y futuro esta absurda decisión, las pruebas de tamiz neonatal determinaban sí un niño tendría problemas de aprendizaje, si enfrentaría trabas linguales o si padecería sordera o tendría algún tipo de incapacidad física o mental.

Y es una prueba tan importante porque permite detectar esos padecimientos en los niños recién nacidos para de inmediato iniciar los tratamientos adecuados y pasar del semáforo en rojo al amarillo y llegar al verde en el que el infante estará en igualad de condiciones que cualquier otro para crecer sano mental y físicamente y ser competitivo y productivo y no una carga para nadie.

Esta prueba es tan importante que determina los principales defectos prevenibles y/o susceptibles de diagnóstico temprano, así como las medidas de prevención y control que pueden tener impacto epidemiológico en las tasas de morbilidad y mortalidad perinatal, así lo dice la Norma Oficial Mexicana publicada en el Diario Oficial de la Federación del 24 de junio de 2014.

La Norma, dice el documento es de “observancia obligatoria en todo el territorio nacional, para el personal de los servicios de salud de los sectores públicos social y privados que conforman el Sistema Nacional de Salud, que efectúen acciones en el campo de la salud reproductiva y en la atención de las y los recién nacidos y menores de cinco años”.

Las pruebas de tamizaje son tan importantes como lo refiere un informe de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, correspondiente al primer semestre del 2017 en el que reporta al Congreso de la Unión que entre enero y junio de ese año,  realizó a través del Seguro Médico Siglo XXI un total de 239 mil tamizajes auditivos y se identificaron –gracias a esas pruebas- 14 mil 302 casos sospechosos de hipoacusia (sordera en recién nacidos).

Y sí hasta el 26 de marzo en todos los hospitales públicos esta importante prueba de salud  se aplicaba de manera gratuita;  a partir de este mes de abril los papás y mamás tendrán que pagar hasta dos mil 500 pesos si deciden hacer la prueba de tamizaje a sus hijos.

Pues así los de la transformación de cuarta que en todo lo relacionado con el pasado inmediato –para ellos- tiene ”algo” que ver con corrupción y es que el anuncio oficial señala que, las pruebas de tamizaje se suspenden, por “prácticas administrativas inadecuadas”.

No se explica a qué tipo de prácticas administrativas inadecuadas se refiere el documento oficial, pero se intuye que tendrían que ver con corrupción, desvío de recursos u otro similar. Para ello, deberán aportar pruebas y llevar a los culpables ante un juez; pero no, esto es para los ilusos, como quien esto escribe.

Los nuevos gobernantes se erigen en jueces y deciden en función de sus propios intereses y no en los superiores de la Nación. Quienes diseñan y ponen en práctica las políticas públicas no pueden hacerlo con sed de venganza o de revancha.

Hay que reconocer lo bueno, cuando así sea y corregir lo que se tenga que cambiar, con  propuestas de solución y no tomar decisiones sobre las rodillas, sin ver más allá de su propia nariz. Eso se llama miopía administrativa.

Las pruebas de tamizaje pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte y, todavía más, pueden determinar el futuro de toda una generación., por eso aquí, aplica aquella frase usada por la pareja presidencial cuando lo del “chocoflan”, así que: Hashtag ConLosNiñosNo.