también triunfaron Moreno y Magaña
Impulso/CDMX
Luego de haber tocado puertas para recibir una oportunidad para torear, la novillera duranguense Luz Elena Martínez, la obtuvo de la mano del empresario Pedro Haces quien la programó para la primera novillada con la que se reactivó la actividad taurina este 2023 en la plaza de toros Arroyo en la Ciudad de México.
La torera correspondió con creces y cortó la oreja tras haber convencido al público por su valor y clase; además, cortaron un apéndice Alejandro Moreno y Antonio Magaña. Destacó Eduardo Neyra que de haber estado más fino con la espada habría conseguido un trofeo, al igual que Juan Pedro Herrera; y, cumplió Rodrigo Ortiz que sustituyó a Juan Querencia quien durante la jornada previa sufrió taquicardia y por indicaciones médicas no pudo torear. Ello, durante el festejo de selección en el que se lidió un encierro manejable de El Garambullo, propiedad de los señores Funtanet.
Abrió el festejo Eduardo Neyra que demostró su experiencia ante un astado que fue de manos a más, lo mismo que su lidiador que desde el capote mostró solvencia. Su labor con la franela roja la inició de hinojos al ejecutar un pase cambiado por la espalda y una tanda de muletazos muy ceñidos. Ya en pie, estructuró una labor completa, con calidad y clase. Cerró con manoletinas y de haber estado más fino con el acero se habría llevado una oreja; el morito recibió arrastre lento.
Rodrigo Ortiz estuvo voluntarioso con un toro que se dejó pero que se aplomó pronto. Le costó trabajo despacharlo y le sonaron dos avisos.
Luz Elena fue una grata sorpresa para la afición, pues si bien no anduvo bien con el capote, ante el ejemplar más hecho y astifino del encierro, subió una enormidad en su labor muleteril, misma que fue meritoria por el valor indiscutible que mostró para plantarle cara a su enemigo, al que le tragó una enormidad sin hacer gesto alguno. Con serenidad le ligó tandas por ambos pitones. Destacaron sus naturales, con temple y largueza. En un descuido al no haber tocado con más fuerza al burel, este le echó mano y le pegó una voltereta. Se tiró a matar al filo del tercio para dejar media estocada en buen sitio. Ante la petición nutrida, el juez de plaza, Gilberto Ruiz Torres le concedió un valioso apéndice.
Alejandro Moreno recibió al cuarto novillo, a portagayola, de rodillas, y le pegó un par de largas cambiadas. El toro no contó con transmisión y este lidiador, que posee buena planta, lo acompañó en el viaje con la figura erguida. Terminó de estocada baja y obtuvo un apéndice.
El quinto ejemplar que mostró buen estilo dio una vuelta de campana, a pesar de ello, Juan Pedro Herrera, lució al colocarle banderillas y se esforzó por resolver a lo largo de la lidia en la que consiguió buenos pasajes. Se puso pesado con el acero.
Cerró la tarde Antonio Magaña que, de entrada, conectó de inmediato con el público al hacer patente su alegría y variedad al torear. Fue imaginativo con el capote, se desenvolvió con autoridad y llevó a cabo una faena completa que remató de contundente estocada a segundo viaje, luego que malogró en primero, pues cuando se tiró a matar, una mujer se levantó para irse del coso y le tocó al toro, por lo que se generó el pinchazo; ante ello, cuando concretó la estocada en el segundo intento, tras una estupenda ejecución, la gente pidió que se le entregará la oreja.
FICHA DE FESTEJO
SÁBADO 4 DE MARZO 2023
Plaza de toros Arroyo. Techada. Primera novillada de la temporada. Media entrada. Novillos de El Garambullo, bien presentados, manejables, con palmas en el arrastre lento al primero. Pesos: 406, 404, 428, 402, 410 y 432 kilos.
Eduardo Neyra (negro y plata): Saludos en el tercio
Rodrigo Ortiz (blanco y oro): Silencio tras dos avisos.
Luz Elena Martínez (berenjena y oro): oreja.
Alejandro Moreno (grana y oro): oreja.
Juan Pablo Herrera (azul marino y oro): silencio tras aviso.
Antonio Magaña (azul marino y oro): oreja con petición.