Diciembre 25, 2024
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Guadalupe Lancho es ovacionada en el Teatro de los Insurgentes

IMPULSO/Edición Web
Ciudad de México
La actriz española Guadalupe Lancho lloró y besó con su mano el escenario del Teatro de los Insurgentes durante la ovación que el público mexicano y la compañía de “El hombre de La Mancha” le dieron en la función 220, en la que se oficializó su participación como protagonista femenina del musical bajo el papel de Aldonza.

El comunicador René Franco fue uno de los padrinos del evento y en su participación dijo: “Hay seres humanos que atraen a la luz. La luz los ve y corre hacia ellos, tú eres una de esos”, en alusión a la actuación de la ibérica, quien no evitó ocultar sus emociones y lo abrazó y besó en agradecimiento.

El actor Benny Ibarra, el cual interpreta a Cervantes y a Don Quijote, le recomendó que se divirtiera y le dio la bienvenida con un ramo de rosas en nombre de sus compañeros. “Bienvenida a ‘El hombre de La Mancha’. Llegaste a ser familia, eres impresionante. La gente apenas te va a descubrir y desde la primera vez te aplauden por tu trabajo, por tu valor, por tu talento… y porque nunca dejas de llorar”, destacó el actor.

En respuesta a las muestras de afecto y compañerismo, Lancho expresó que hace algunos años llegó a la conclusión de cuál era su papel en la vida: “Yo, Guadalupe, encuentro el foro donde compartir mi creatividad, creando una cadena infinita de amor a mi alrededor, se me ha concedido”.

Asimismo, añadió que en México se siente como en casa. “Confié plenamente y creo que me ha salido bien ese instinto de decir que sí porque es una de las cosas más bellas que voy a hacer a nivel teatral, creo”. Confesó que su única pena fue despedirse de su mamá.

El evento fue también apadrinado por personalidades como Margarita Gralia, Andrés Palacios, Pablo Puyol, Alberto Collado y Chumel Torres. Gralia comentó: “El mexicano es un público maravilloso y sensible. Sabe distinguir cuando la gente es talentosa y honesta”. También, le aconsejó que fuera auténtica para tener una carrera exitosa. Para concluir, no dejó de lado la tradición de dar la “patadita de la buena suerte” a la histrión española.

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