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Estados Unidos
El acuerdo, adoptado la pasada madrugada en Washington, establece la moratoria de la pesca comercial durante los próximos 16 años en las aguas internacionales.
Greenpeace ha celebrado el “acuerdo histórico” para proteger el Ártico de la pesca industrial en un área de 2.8 millones de kilómetros cuadrados y se espera dure 16 años mientras se llevan a cabo investigaciones sobre el ecosistema marino existente.
El convenio ha sido firmado por Estados Unidos, Canadá, Noruega, Rusia, Dinamarca, Islandia, Japón, Corea del Sur, China y la Unión Europea, así como la confirmación de la protección en la Antártida de 1.5 millones de kilómetros cuadrado en el mar de Ross.
El acuerdo, adoptado la pasada madrugada en Washington, establece la moratoria de la pesca comercial durante los próximos 16 años en las aguas internacionales del Alto Ártico que cubre una superficie de 2.8 millones de kilómetros cuadrados, igual al tamaño del mar Mediterráneo.
La ONG calificó de “victoria histórica” para la protección del Ártico y agradece el apoyo a la campaña Salva el Ártico de 8.5 millones de personas en todo el mundo.
“Esta área única en la cima del mundo estará a salvo de las pesquerías más destructivas, por lo que aplaudimos a los países que están detrás de este acuerdo”, manifestó la responsable de la campaña Salva el Ártico de Greenpeace, Pilar Marcos.
“Esperamos que durante los próximos 16 años trabajen para reafirmar su protección permanente, no solo de la pesca comercial sino también del resto de industrias extractivas”, comentó.
El acuerdo es legalmente vinculante y se extenderá de forma automática cada cinco años siempre que ningún país presente objeciones o se conozcan nuevos datos científicos.
El océano Ártico central ha experimentado el incremento de la presión por parte de la industria pesquera, ya que su escudo protector de hielo marino se está derritiendo debido al cambio climático.
El 40 por ciento de esta área históricamente cubierta de hielo ha experimentado veranos sin hielo en los últimos años.
La organización celebró también el anuncio sobre la protección en la Antártida para el mar de Ross, donde se confirma un área marina protegida que abarca 1.5 millones de kilómetros cuadrados.
“Este es uno de los raros momentos en que un grupo de gobiernos resolvió un problema antes de que sucediera”, afirmó David Balton, embajador de Estados Unidos para los Océanos y la Pesca.
“En el futuro, si las poblaciones de peces son lo suficientemente abundantes como para apoyar una pesquería comercial allí, serán parte del sistema de gestión y, presumiblemente, sus buques tendrán la oportunidad de pescar esas poblaciones”.