Ganamos todos

IMPULSO/ Gonzalo Vaca
“… Son las circunstancias concretas de lugar y tiempo las que guían al hombre de Estado para hallar lo relativamente mejor en un momento dado”, escribió el filósofo catalán Jordi Xifra Heras, en el compendio acerca del Concepto Teórico y Práctico del Gobierno, según Herman Finer, uno de los politólogos más reconocidos de la enseñanza filosófica del siglo XX.
Y sí. Sí hubo aplausos de los representantes de los medios de comunicación “independientes” que acuden cada mañana a ser comparsas de AMLO en Palacio Nacional. Esta semana –la última de agosto de 2019- será histórica para la 4T al pescar acuerdos con los neoliberales; con los machuchones, los poderosos, los de la mafia, pues, y concretar acuerdos entre empresas “productivas” del Estado mexicano y empresas privadas para la transportación del gas suficiente para garantizar la generación de energía eléctrica para los mexicanos.
Tuvo que pasarse de amenazas mutuas; de amedrentar con acudir a tribunales internacionales y de sabotear la generación de electricidad, con los desafiantes daños a los mexicanos, para que finalmente el señor de las 23 casas “doblara” las manitas y aceptara las condiciones de empresarios de la talla de los dos Carlos: Slim y Ruiz Sacristán.
El ensoberbecido Manuel Bartlett, se empecinó en desconocer los contratos signados con al menos siete empresas nacionales e internacionales que a través de gasoductos garantizarían el fluido necesario para generar electricidad con esta fuente de energía, en lugar del combustóleo o carbón; insumos altamente contaminantes, caros y cada vez más escasos.
Los machuchones -como despectivamente les dice AMLO a los empresarios mexicanos- no se amilanaron, ni se dejaron presionar por quien tiene fama de tirar los sistemas y en su intento por lavar su conciencia, el director de la Comisión Federal de Electricidad, ahora se envuelve en la bandera y se da golpes de pecho y de nacionalismo trasnochado. Obvio no le salió la jugada y hasta su jefe tuvo que intervenir para poner fin a una disputa de trascendencia internacional y que pondría en el piso el riesgo-país de México, que de por sí ya anda arrastrando la cobija en materia de crédito y financiamiento, además del crecimiento CERO de nuestro pisoteado Producto Interno Bruto.
Fue inevitable una ardua negociación y un duro estira y afloja entre dos poderes: el político y el económico. El pronóstico desde un principio era reservado; no auguraba vencedores, ni vencidos, porque de inclinarse la balanza para alguna de las partes, en la otra repercutiría con nefastas consecuencias.
En la CFE se empecinaron en renegociar las condiciones de los contratos, cuyo monto asciende a poco más de 10 mil millones de dólares, que traerían el gas desde los depósitos en Texas hacia las plantas generadoras de electricidad en México. Peleaban hasta la propiedad de los fierros y la supremacía de la territorialidad. Aquí el tema en disputa es que las negociaciones se habían hecho con la mafia del poder y los de la 4T no estaban dispuestos a legitimar tan “bochornoso” acuerdo anterior a su elevación en el poder. Lo cierto es que los machuchones, tenían todas las de ganar, pero aun así supieron sentarse a la mesa con los representantes de la intransigencia y llegar a acuerdos que al final beneficiará a todos.
La CFE obtiene tarifas menores por el pago del transporte del gas en un 28 por ciento y los empresarios lograron ampliar el plazo de los convenios de 25 a 35 años; 10 más para recuperar su inversión y correr el riesgo de trabajar con quienes siguen sin ser afines a respetar la Ley y el estado de Derecho en México. Se trata de dar certidumbre jurídica a las inversiones y parece ser que éste es un buen primer paso.
Negociar y negociar, es el camino y no la diatriba y la descalificación. Qué bueno que empezamos a asimilar que la Gobernanza no es el sometimiento del adversario, ni el avasallar a quien no piensa igual. Gobernar es ejercer la dirección, la administración y el control de un Estado, ciudad o colectividad, en busca del bien común. Ganamos todos, afirmó Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial. “Desde el punto de vista de quien representa a todas las empresas del país, sí, ganamos todos. “Creo que esto marca sin duda el inicio de un proceso de inversión importante en el país, todos lo estábamos esperando”, dijo tras acudir a la “mañanera” de AMLO en Palacio. Estaba acompañado nada más y nada menos que por Don Carlos Slim. ¡Cuidado México!